El proyecto que queremos
Taco largo ·
Se ha construido una Real con el que se identifica la afición y que ya no tiene problemas de autoestimaTaco largo ·
Se ha construido una Real con el que se identifica la afición y que ya no tiene problemas de autoestimaNo creo que la Real vaya a ganar la Liga y tampoco me atrevo a decir dónde puede acabar el campeonato nuestro equipo, que sigue asombrándonos día sí y día también con sus victorias contra viento, lesiones y marea, esto último en sentido literal. Pero ... sí se puede afirmar que esta Real, acabe como acabe, es la que queremos. Es una Real de calidad, con una mayoría de jugadores canteranos comprometidos, con futbolistas de otros lares identificados con la camiseta, con un entrenador y una directiva que sienten el club, con garra en el terreno de juego y con una actitud de no rendirse hasta el final. Un equipo con el que se identifica el aficionado y el territorio de Gipuzkoa, y enraizado con los valores del esfuerzo y la honestidad.
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Llega esta noche el derbi, ante un Athletic crecido por su buen arranque y con ganas de revancha, y la Real lo afronta como debe ser. Primero, con respeto ante un gran rival. Segundo, con la motivación que merece un partido de alto standing como es este derbi vasco que, afortunadamente, se vuelve a jugar en las alturas. En abril en una final de Copa y ahora por los puestos de arriba de la Liga. Y tercero, con la autoestima, necesaria en estos envites, bien alta ante un vecino que en eso siempre nos ganaba. Hasta ahora. Y lo más importante, vuelve el público a la gran fiesta del fútbol vasco, ejemplo en todo el mundo, después de que la pandemia nos robara la final de Sevilla.
El partido de esta noche es un partido grande ya que se miden los dos grandes equipos de un país de gran tradición y afición futbolística como es Euskadi, con dos de las mejores canteras del mundo. Y cada año se pone en juego la hegemonía vasca, que ahora honestamente creo que se ha decantado en favor de la Real pero que el Athletic, como es lógico, quiere recuperar con uñas y dientes, como se ha podido apreciar esta semana en Vizcaya. Una pelea apasionante.
No obstante, esa pugna trasciende de nuestras pequeñas fronteras y de la mera rivalidad entre dos viejos adversarios. La Real pelea ya también con los equipos que aspiran a jugar regularmente en Europa. Ese es el gran triunfo de este equipo, que con menos poder económico, mediático y de todo tipo que su rival de esta noche, ha conseguido construir un proyecto que tiene mucho más mérito.
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A caballo de él, el club está logrando lo que la masa social viene pidiendo desde que, tras el ascenso en 2010, logró de nuevo consolidarse en Primera. Luchar siempre por las competiciones europeas, donde se va a mover el fútbol del futuro. Luego se conseguirá el objetivo o no, porque la competencia es siempre dura. Pero ese es el gran desafío. Y esa es otra pelea que también se pone en juego esta noche, donde la Real aspira a seguir siendo líder y a que su hinchada siga soñando en grande.
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