Robert Navarro, en el Camp Nou tenía que ser

El catalán, de padre navarro y madre catalana, vio así recompensado el buen trabajo que viene haciendo en el Sanse desde que fue fichado en agosto de 2019 procedente del Mónaco, en el que estuvo una temporada.

En el filial con Xabi Alonso se ha confirmado como un jugador talentoso, desequilibrante y con gol. Anoche solo le faltó lo último porque se mostró tal cual.

Navarro entró en el terreno de juego en el minuto 56 después de que Griezmann no fuera capaz de rematar con acierto en boca de gol. Se había lesionado Januzaj y el entrenador de la Real aprovechó para hacer un doble cambio. Sacó del campo a Januzaj y Guevara para dar entrada a Barrenetxea y Navarro. Entre los dos, más Isak y Willian José, la Real ganó presencia en zonas adelantadas y dispuso de ocasiones para empatar.

Internacional en categorías inferiores, Navarro se situó en la posición de mediapunta desde la que ofreció salida a Zubimendi y Merino. Encontraron siempre en él una línea de pase. Y Navarro trabajó también en labores defensivas, algo en lo que se ha empeñado Xabi Alonso en el filial. No hace mucho el técnico del Sanse le envió un recado en ese sentido en una comparecencia: «Es un jugador desequilibrante, diferente, que se tiene que expresar y que dentro de esa creatividad tiene que combinar la creatividad con la gran eficacia porque hay que ser un jugador bueno, no solo bonito, y en eso estamos». Navarro ha recogido el guante porque en el Camp Nou, además de no errar un solo pase, presionó a Araujo en la línea de fondo y persiguió a De Jong en una arrancada de este que le llevó de un campo a otro.

Descarado como es él cuando tiene el balón en sus botas, ayer amarillas, Navarro fue el encargado de botar los dos córners, uno desde cada esquina, de que dispuso la Real en el último cuarto de hora. Ninguno de los dos fueron rematados.

Navarro contribuyó a que la Real no bajara el pistón y buscara el empate. Como ya sabrán a estas alturas del periódico, Isak tuvo el punto en sus botas en dos acciones delante del portero. La primera, tras una cabalgada en la que hizo un mal control de aproximación y no llegó a rematar de forma limpia. La segunda, la más clara de la Real en todo el partido. Ter Stegen sacó con la pierna derecha un remate a bocajarro del sueco tras no blocar el portero un disparo de Willian José.

El empate no llegó pero sí llegó la confirmación de que Real estuvo lista en 2019 para aprovechar las desavenencias de Navarro con el club monegasco para hacerle un contrato hasta 2022, prorrogable por tres temporadas más, hasta 2025.