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Willian José conduce el balón perseguido por Sidnei Alterphotos
El seguimiento a Willian José e Isak

Willian José se diluye e Isak despierta de su letargo

El brasileño sigue fuera de cobertura en este arranque de Liga, mientras que el sueco fue un huracán en los 20 minutos que jugó

Eneko P. Carrasco

San Sebastián

Lunes, 19 de octubre 2020, 07:25

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A la cuarta fue la vencida. Las flores que lanzó Imanol a Willian José en rueda de prensa el pasado sábado no fueron un brindis al sol. El de Orio le ha visto bien estos días en Zubieta y ayer decidió que el de ... Porto Calvo fuera el delantero titular en el Benito Villamarín. «No tengo ningún problema con él, y él lo sabe», dijo su entrenador sobre un futbolista que lleva todo el año en boca de todo el mundo.

El brasileño saltó al campo con ese aire tan suyo de que la cosa no va con él. Melancólico. Cuestión de personalidades. Ya en el verde, se fajó en el cuerpo a cuerpo con dos centrales fornidos como Sidnei y Bartra, a los que superó en unas cuantas ocasiones. En los primeros minutos se le vio ayudando en la iniciación del juego bajando a recibir el cuero al centro del campo, eso que tanto le gusta.

Fue capaz de poner un servicio buenísimo desde la banda derecha, como si fuera un extremo, para que Oyarzabal se quedase a centímetros del gol ante Bravo, que salió bien. Esa bola iba con música. No obstante, más allá de esa acción y de mucho trabajo sucio, lo cierto es que se le vio algo perdido en la vanguardia, sin apenas incidencia en un ataque en el que los actores principales fueron Portu y Oyarzabal, diabólicos ayer.

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Las claves

  • Fantasmal Por momentos costaba creer que Willian José estuviera en el campo, porque no se le veía

  • Oportunista Isak saltó al campo y en 20 minutos se encargó de destrozar a la endeble defensa del Betis

  • Al palo El delantero sueco pudo romper su mala racha, pero su remate con la zurda se marchó al poste

Con todo, tuvo la oportunidad de resarcirse de estos últimos meses de sin sabores en una ocasión inmejorable. Después de una jugada combinativa espectacular, el atacante sudamericano recibió dentro del área un sutil pase de Silva, controló el esférico, fijó a su marcador, armó la diestra y disparó raso con fuerza. Su chut, que fue al palo corto -en contra de lo que pensaron todos en el estadio-, se marchó lamiendo el poste derecho. El fallo le sentó fatal, su rostro era la viva imagen de la decepción. 'Willy' necesitaba como el comer ese gol.

Poco o nada cambió en el segundo tiempo para él. Siguió alejado del juego y tampoco gozó de ninguna ocasión clara para ampliar la ventaja en el marcador. Portu, en el minuto 60, le pudo dejar solo delante del meta rival, pero no le vio. Lógico, porque el brasileño parece un fantasma últimamente. Se fue, sin un mal gesto, sustituido en el minuto 69 por Isak. Imanol tiene una misión: recuperarlo para la causa.

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Con el colmillo retorcido

El sueco fue la otra cara de la moneda en esta particular batalla que están librando los dos principales artilleros de la plantilla donostiarra. El '19' jugó algo más de 20 minutos espectaculares. Solo le faltó marcar, porque hizo de todo. Viendo la desesperación en la mirada de los futbolistas del Betis, a remolque en el marcador desde el minuto 43, Imanol apostó por la velocidad del ariete nórdico, que ya había mojado con su selección días atrás.

Una de sus primeras acciones terminó por machacar a un rival que estaba ya desquiciado -y eso que jugó sin aficionados-. Silva condujo el cuero por el carril central mientras radiografiaba todo lo que pasaba a su alrededor. Su decisión fue perfecta, porque lanzó a Isak en velocidad con un pase filtrado en profundidad que el sueco aprovechó para colarse como un rayo en el área y ser objeto de un claro penalti de Bartra. Oyarzabal, quién si no, ajustició a Bravo, que ayer vivió una pesadilla contra su exequipo.

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Con el duelo totalmente roto y el Betis volcado en el campo realista, cualquier contra era sinónimo de peligro. La segunda acción en la que evidenció que está de nuevo con el colmillo retorcido tuvo lugar en el minuto 84. López le encontró al espacio dentro del área, e Isak, en el sector izquierdo del ataque blanquiazul, le sacudió a la pelota con violencia con la zurda. La reventó y estuvo a punto de romper su sequía goleadora en la Real, pero su remate se estrelló en el poste derecho de Bravo. Lástima.

Al borde de llegar al tiempo reglamentario volvió a liarla. A campo abierto es un asesino sin piedad, de eso no hay duda. Fue quien cedió el balón a Januzaj para que el belga, en una posición algo complicada, fusilase la portería rival con su pierna izquierda. Si lo de ayer fue un examen de Imanol, parece obvio quién aprobó... y quién suspendió. Toca hincar codos.

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El muro de la defensa vuelve a mostrarse inquebrantable

Insólito. Lo nunca -o casi- visto por estos lares. La excelente actuación coral de ayer en Sevilla dejó otro dato a tener muy en cuenta: es la cuarta portería a cero en seis jornadas. Más de la mitad de los partidos la Real los termina sin encajar ni un solo gol. Y eso que ayer pasó apuros atrás, como es lógico cuando te encuentras ante un rival con una plantilla tan potente como la del Betis.

Con todo, Sanabria logró marcar al inicio de la segunda mitad de cabeza en una jugada en la que la zaga txuri-urdin hizo aguas. Por fortuna, la jugada fue invalidada por un fuera de juego milimétrico. La pareja formada por Aritz y Le Normand es un binomio que está empezando a congeniar muy bien. El galo ha superado esa etapa de nervios que atravesó el año pasado y el de Beasain no para de crecer en este inicio de Liga.Otro de los que está viviendo un momento dulce es Andoni Gorosabel. Todos suman.

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