La parada del Topo se mantiene mientras se decide el uso de la parcela comercial de San Bartolomé

La rueda de prensa semanal tras la celebración de la Junta de Gobierno estuvo en buena parte centrada en el asunto sobre el que ha gravitado la vida municipal en los últimos días: la paralización del proyecto para ubicar un espacio comercial de cuatro plantas, más otras cuatro de aparcamiento, bajo la ladera verde de Aldapeta.

Goia fue preguntado sobre los dos recursos judiciales interpuestos contra este proyecto, el último de la operación San Bartolomé. Uno de ellos fue impulsado en 2023 por asociaciones de vecinos y de comerciantes del Centro y Amara y la sentencia podría estar cercana, y el otro ha comenzado a tramitarse hace un mes por la plataforma ciudadana organizada en torno al ex alcalde Odón Elorza.

Eneko Goia señaló que la continuidad de los recursos no depende del Ayuntamiento sino de los que impulsaron esas iniciativas, aunque si la licencia de obras caduca quizás también decaiga la demanda impulsada por Elorza que estaba dirigida contra esta autorización concedida por el gobierno municipal en septiembre de 2024.

Respecto al futuro de esa parcela ajardinada, el alcalde fue cauto. «Nos vamos a dar un tiempo para pensarlo». La propiedad de ese espacio, hoy calificado como comercial por el planeamiento urbanístico, es de la promotora San Bartolomé Muinoa, de la que el Ayuntamiento es el principal accionista, que llegó a un preacuerdo de venta con la sociedad Midfield Capital para el desarrollo de un espacio comercial de 8.000 m2 bajo el manto verde actual. Por tanto, la decisión formal será de San Bartolomé Muinoa, aunque Goia dijo el viernes que el gobierno municipal había tanteado a los demás socios antes de anunciar la decisión de anular el proyecto, por lo que no habrá sorpresas en el consejo de San Bartolomé Muinoa.

Otro asunto es que Midfield Capital, la sociedad que iba a desarrollar el proyecto con una inversión total de 50 millones de euros, acepte el ofrecimiento del gobierno municipal de rescindir el precontrato de «mutuo acuerdo». Habrá que esperar a ver si esta sociedad acepta las contraprestaciones que le ofrezca el Ayuntamiento o si por el contrario decide acudir a los juzgados para defender sus intereses.

La venta de la parcela asciende a 12 millones de euros, por lo que el grupo inversor podría exigir una indemnización por este paso atrás de San Bartolomé Muinoa. «Queremos alcanzar un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes», señaló Goia.

Hay un consenso político y social en la inconveniencia de implantar un espacio comercial y un parking subterráneo en esa parcela, pero nadie ha dicho esta boca es mía en relación a qué futuro uso dar a este suelo. El único que ha propuesto algo concreto, acompañado de imágenes virtuales, es el exalcalde Odón Elorza que plantea habilitar «un parque urbano con 60 árboles».

Respecto a la boca del acceso al Topo prevista en la zona, Goia señaló que no se prevén cambios. Pese a que una de las rampas de acceso al tren conectaba con la planta sótano del centro comercial, la boca salía a la calle San Bartolomé, junto al edificio de las Reparadoras, algo que no va a cambiar, indicó el alcalde. «La boca del Topo que queda por hacer es pública y sale delante de Reparadoras, no sale en el centro comercial». Goia admitió que el acceso «queda por ejecutar, es verdad», pero las obras «han subido bastante hacia la superficie, y solo queda por rematar» la parte más superficial» de la boca que conectará los andenes con la calle San Bartolomé.