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El nuevo gobierno municipal de San Sebastián ya ha echado a andar. Eneko Goia y Ernesto Gasco cerraron ayer el acuerdo de coalición para esta legislatura y este martes ambos han comparecido en el Ayuntamiento para explicar cómo será el reparto de carteras ... así como el documento de bases sobre el que se sustentará esta alianza durante los próximos cuatros años.
Se han creado trece delegaciones de las que ocho estarán en manos de los jeltzales y las otras cinco en manos del PSE. Tal y como estaba previsto, la nueva edil del PNV Nekane Arzallus será la responsable del departamento de Urbanismo (antes en manos de los socialistas); el resto de cargo de responsabilidad en las filas nacionalistas seguirá como hasta la pasada legislatura: Juanra Viles llevará Presidencia y Gobernanza; Pilar Arana seguirá a los mandos de la Movilidad; Jaime Dominguez-Macaya Hacienda y Finanzas; Aitziber San Román el departamento de Acción Social, Martin Ibabe la cartera de Deportes, Seguridad Ciudadana y Protección Civil y Jon Insausti será el responsable de la delegación de Cultura y Euskera, a la que se suma la de Actividades Festivas, que los cuatro años anteriores también estuvo al cargo del PSE.
Los socialistas donostiarras seguirán gestionando la cartera de Desarrollo Económico, Empleo y Turismo Sostenible, que volverá a recaer sobre Ernesto Gasco. Marisol Garmendia se encargará Espacios Públicos y Proyectos Urbanos; Enrique Ramos de Ecología, Educación y Juventud y por último Duñike Agirrezabalaga tendrá la delegación de Igualdad, Solidaridad y Derechos Civiles.
Asimismo, tanto la concejalía de Presidencia como la de Espacios Públicos contarán con sendas concejalías adjuntas. En el primer caso será para gestionar Barrios y Proyectos Transversales, aunque todavía no se conoce quién será la persona que se hará cargo de la misma. Y en el segundo caso, Miguel Ángel Díez será concejal adjunto de Vías Públicas.
Por otro lado, la Junta de Gobierno municipal tendrá diez miembros, con siete miembros del PNV y tres del PSE. En su composición, además del alcalde Eneko Goia, la primera teniente de alcalde será Nekane Arzallus, la segunda tenencia de Alcaldía será para Ernesto Gasco, la tercera para Marisol Garmendia y la cuarta para Juanra Viles. Jaime Dominguez-Macaya será secretario de la Junta de Gobierno y Pilar Arana la primera suplente de secretario de Junta de Gobierno y Enrique Ramos como segundo. Completan el organigrama gubernamental Aitziber San Román y Martin Ibabe.
El reparto de responsabilidades responde a la nueva relación de fuerzas entre PNV y PSE en las elecciones municipales del 26 de mayo, según el cual los jeltzales obtuvieron 10 concejales (uno más) y los socialistas cinco (dos menos que hace cuatro años).
Tal y como ha señalado el alcalde, Eneko Goia, el acuerdo alcanzado entre PNV y PSE llega por la «constatación» de que «los anteriores cuatro años han sido productivos para que la ciudad avance, gracias a la capacidad de llegar a entendimientos, y es nuestra responsabilidad que lo siga haciendo». En este sentido, ha señalado que «aunque sabemos cuáles son nuestras diferencias, también somos capaces de apartarles en beneficio de la ciudad». Asimismo, ha declarado que este acuerdo es también «una mano tendida» al resto de formaciones para alcanzar este mismo fin.
Por su parte, Gasco ha calificado el pacto de gobierno como «un acuerdo de viejos amigos» porque «sabemos cómo trabajamos». Ha asegurado que ha sido una «negociación tranquila» en la que ha habido «puntos de encuentro» y que permitirá «garantizar las bases de la prosperidad de Donostia».
El alcalde ha querido aprovechar la comparecencia para agrader al PSE «la disposición mostrada por el PSE para poder llegar a este acuerdo», lo que ha permitido que el nuevo gobierno haya podido empezar a andar «lo antes posible». Así, este jueves habrá un primer Pleno para nombrar al personal de confianza y el viernes, la primera Junta de Gobierno de la segunda legislatura de Eneko Goia como alcalde. Está previsto que a finales de julio se pueda celebrar el primer Pleno Ordinario del mandato 2019-2023, que podría ser el 23 o 24 de dicho mes.
El programa de actuaciones, proyectos y objetivos estratégicos consensuado entre el PNV y el PSE para desarrollar en este mandato se engloba en diez líneas estratégicas. Por una parte, la apuesta «por el empleo de calidad y el desarrollo económico», trabajar «para lograr la cohesión social de todos los donostiarras» y «facilitar el acceso a la vivienda y cuidar del urbanismo en Donostia». Se suman a ellos el objetivo de «continuar siendo una ciudad comprometida con los valores cívicos y los derechos humanos», así como que Donostia sea una capital «con identidad propia, referente en la promoción del euskera, la cultura, la creación y la divesidad». Apostar también por «una ciudad sostenible», «reforzar los servicios públicos», «impulsar el equilibrio y cohesión territorial en los barrios», «trabajar por la igualdad entre hombres y mujeres y la erradicación de la violencia sexista» y por último, «promover una ciudad saludable y sana mediante la actividad física, la práctica de deportes y la participación igualitaria de la mujer en el deporte».
Los partidos de la oposición miraron este martes con cierto recelo la composición del nuevo gobierno municipal. «Previsible», «decepcionante», «poco generoso» o «sin rumbo» son solo algunos de los calificativos que EH Bildu, PP y Elkarrekin Donostia utilizaron para definir el ejecutivo local que este martes se estrenó.
La portavoz de la formación abertzale, Reyes Carrere, mostró su temor a ver repetida esta legislatura «las mismas políticas de los últimos cuatro años con las que no estamos en absoluto de acuerdo». En este sentido, aseguró que se ha vuelto «a los esquemas antiguos de la vieja política» en la que «se reparten las carteras sin saber qué modelo de ciudad queremos. Nada nos dice que vaya a haber cambios que beneficien a los ciudadanos».
Afirmó que a Donostia le hace falta «otra dirección» y criticó que esta legislatura la gestión del Turismo vuelva a estar en las manos de los socialistas, con Ernesto Gasco a la cabeza, un área con la que esta formación fue muy crítica el pasado mandato. «La turistificación está afectando a muchísimos vecinos, a la identidad cultural de la propia San Sebastián, y sin embargo vamos a tener al mismo personaje como máximo responsable de este tema», apuntó. «Las esperanzas pasan por que nosotros hagamos un buen trabajo de oposición», añadió.
En las filas del PP, el edil Borja Corominas señaló que «no por previsto deja de ser algo decepcionante». El portavoz suplente del partido recordó que después de las elecciones el cabeza de la formación, Borja Sémper, le hizo un ofrecimiento al alcalde «para que ofreciera a distintas sensibilidades, más allá del clásico PNV/PSE, algunas responsabilidades de gobierno y de gestión» y para que «primaran los intereses de la ciudad por encima de los de los partidos». Sin embargo, lamentó que «el conservadurismo» de Goia y su socio se hayan limitado «a un reparto de poder sin la generosidad de ofrecer determinadas áreas e involucrar a otros en el terreno de la acción por Donostia».
En opinión de Corominas, un gesto de integración con su formación habría permitido «introducir nuevos alicientes y un empuje conjunto por nuestra ciudad» pero consideró que «aún falta cierta valentía para romper determinados comportamientos». Asimismo, aseguró que su partido presentará una enmienda en el Pleno que se celebra mañana para evitar «ese juego interesado por el que el PSE se beneficiará de un asesor más» de los que le corresponden. «No entendemos este cambio de criterio por el que un solo grupo, que forma parte del equipo de gobierno, sale beneficiado».
Por su parte, la portavoz de Elkarrekin Donostia -la coalición conformada por Podemos, Izquierda Unida y Equo-, Aitzole Araneta, destacó que «más allá de la distribución de cargos que se ha planteado, lo fundamental es con qué objetivo y para quién se trabaja». En este sentido, aseguró que «es previsible» que todo siga igual y que la «esperanza» de que haya cambios «tiene unos márgenes bastante estrechos» para su formación.
Araneta recordó que «para nosotras siempre va a ser urgente y prioritario trabajar por unos servicios sociales potentes, sin recortes, y que todo el mundo, no solo unas pocas élites, puedan desarrollar su plan de vida en Donostia. Para que la gente pueda acceder a la vivienda o para que no tengamos las desigualdades que tenemos ahora entre los barrios».
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