Nuevo obstáculo superado. La rehabilitación del Peine del Viento, un proyecto que lleva años pendiente de ejecución, podrá cumplir los plazos anunciados tras desistir la Asociación Empresarial de Constructores de Gipuzkoa (Ascongi) del recurso que había interpuesto contra los pliegos de licitación del contrato de obra. De esta forma, la intervención en este espacio protegido se iniciará durante el primer trimestre de 2025 y concluirá a finales de verano, como estaba previsto.
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La patronal de la construcción reclamaba que al concurso público impulsado por el consistorio pudieran presentarse todo tipo de empresas, no solo las especializadas que se engloban en la categoría C. En su alegación, solicitaba asimismo la suspensión cautelar del procedimiento de contratación. Desde Ijentea defendían, por contra, que esta actuación «no es una obra civil sin más, sino que requiere una calificación especializada, porque hablamos de actuar sobre una obra de arte, en la que esa categoría solicitada por el consistorio es la necesaria».
Sin embargo, antes de que el gobierno municipal pudiera hacer efectiva la orden de suspender el proceso, Ascongi volvió a contactar con el Ayuntamiento el pasado miércoles para solicitar el desistimiento del recurso. Por ello, el proceso en marcha en la Mesa de Contratación no sufrirá demoras.
El proyecto de rehabilitación de la plaza del Peine del Viento permitirá adecuar la accesibilidad, mejorar la iluminación y resolver definitivamente los problemas de estabilidad de la ladera. La actuación tiene un presupuesto de 1,5 millones de euros, las obras arrancarán en febrero o marzo y concluirán previsiblemente en agosto o septiembre, según confirma el concejal de Proyectos Urbanos, Juantxo Marrero (PSE).
Parecía que el muro de hormigón que se levantó en el lugar hace ocho años como medida de seguridad, para separar a los visitantes de las piedras que caían del acantilado, no iba a desaparecer nunca, pero esta distorsión también se eliminará. El Ayuntamiento no quiso regatear precauciones después de la muerte de un joven en 2013 por la caída de una piedra en el Paseo Nuevo. Por ello, el continuo goteo de cascotes que se desprendían del monte Igeldo aconsejaba una intervención de urgencia para alejar varios metros a los visitantes de la ladera. Las familias de Chillida y Peña Ganchegui no pudieron impedirlo pese a que se desvirtuaba el espacio artístico, pero se afanaron en redactar un proyecto que devolviese al lugar la imagen original de la obra y resolviese otros problemas.
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El proyecto está terminado hace tiempo y el Ayuntamiento tenía partida presupuestaria para ejecutarlo en 2023, pero ha habido que esperar más de un año a que se resolviese un último escollo administrativo no menor. El conjunto monumental estaba incluido dentro de la protección del dominio público marítimo terrestre en el seno de la concesión del Club de Tenis, una autorización que está vencida desde 2018 y que presenta problemas jurídicos para ser renovada.
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Así, el Peine del Viento estaba atrapado en este embrollo jurídico y sin poder recibir la luz verde de Costas para su rehabilitación por estar dentro de una concesión caducada. Finalmente, el Ayuntamiento logró en marzo obtener para el conjunto monumental una concesión propia, al margen de la del Tenis, lo que ha permitido desbloquear su restauración. El 30 de abril se aprobó el proyecto y el 8 de octubre las obras salieron a concurso.
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