El renovado mercado San Martín abre sus puertas

La jornada de ayer lunes fue «intensa» para la gran familia que conforma el mercado San Martín. El espacio provisional de la calle Easo estuvo cerrado y tanto los asentadores como los responsables de la empresa concesionaria Mugaburu SL se afanaron en dejar todo preparado para la jornada inaugural de hoy. Los responsables de los 36 puestos ya se han repartido en sus renovados puestos de la planta 0 y la -1. La gran mayoría siguen manteniendo el lugar que dejaron en enero, otros amplían la superficie de sus negocios y también los hay que se estrenan en el mercado.

Es el caso de la floristería Escapo Estudio (planta 0), la pescadería Ainara (-1) y la tienda de productos a granel Origen (-1) que se incorporan a la oferta comercial del mercado ya que no estaban en la anterior etapa. Tres de los negocios que amplían sus puestos son la panadería y pastelería de Joseba Arguiñano, que aumenta su superficie hasta absorber el espacio de la antigua pescadería Sola, lo que le permite ofrecer también bocados salados, la quesería Abatza que incorpora vinos a su oferta, además de una barra de degustación, y Kenji Takahashi Sushi Bar, que a partir de este martes dispone de barra y mesas para degustar sus bocados japoneses, tras ocupar el mostrador que anteriormente gestionaba Zuka. Establecimiento hostelero este que opera, al igual que el SM Kafe, desde febrero en la galería del centro comercial.

Todos estos negocios, además de los puestos de pescadería, carnicería, charcutería, frutería, prensa, restauración, conservas y pasta fresca, comparten espacio con los mostradores del mercado más tradicional, el de las y los baserritarras que suman en total 14 puestos.

El mercado San Martín comenzó con el proceso de renovación de sus instalaciones el 8 de enero, cuando cerró la planta baja y parte del primer sótano del mercado. Las obras han tenido una duración de seis meses. La concesionaria, Mugaburu SL, ha tenido que afrontar esta labor porque tiene por contrato la obligación de renovar las instalaciones a los 15 años de la inauguración, aunque la pandemia retrasó este compromiso en tres años.

La dirección del mercado llevaba dos años trabajando en el proyecto. En un inicio, el objetivo era proceder a un simple cambio de imagen, pero finalmente se decidió hacer una obra mayor que incluyese también la renovación de las instalaciones (climatización, frío industrial...).

La concesionaria encargó el trabajo de rediseño a una prestigiosa firma de arquitectura de interiores de Barcelona, El Equipo Creativo, pilotada por dos guipuzcoanos, la arrasatearra Natali Canas del Pozo y el donostiarra Lucas Echeveste, un despacho especializado en el interiorismo de restaurantes y hoteles considerado como una de las firmas punteras a nivel mundial.

Para renovar el mercado hicieron varias propuestas y finalmente se optó por un diseño que apuesta por los techos de color negro y las instalaciones a la vista, combinados con un mobiliario y entramados de madera de tonos claros. El suelo también será oscuro tipo mármol Markina, como ya existe en el actual mercado. Los materiales «van en consonancia con lo que vendemos: artesanía, calidad, cercanía y producto local», explicaron desde la concesionaria al inicio de las obras.