Nadie en su fuero interno pensaba que el Eibar estuviera en la cuarta jornada en puesto de descenso con un saldo de tres derrotas (este domingo la segunda consecutiva) y sola una victoria. El problema es que el Eibar no ha encontrado su mejor versión, no somete al rival y es sorprendido con facilidad. El gol del Leganés fue un ejemplo, un robo del balón en el centro del campo para acabar en la red armera entrando hasta la 'cocina'. Una descompensación defensiva en toda regla.

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El cuadro armero lo intentó, protagonizó una infructuosa posesión de balón ante un rival que se defendió bien, que realizó un generoso y solidario trabajo. Solo lleva un gol en contra, mientras que el Eibar lleva ocho. Etxeberria aún no ha dado con la tecla, varió de dibujo jugando con cuatro atrás, dos pivotes, tres medias puntas y un punta. Llamó la atención que en el once inicial no jugara ninguno de los dos delanteros centros que tiene en la plantilla: solo jugó Bautista que salió en el minuto. Apostó por Stoichkov en punta cuando es centrocampista. Esta vez dejó en el banquillo a Arbilla, a Mario y al citado Bautista. Varió con respecto al plamiento exhibido ante el Eldense.

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En los primeros compases, el Eibar dominó a unLeganés que se defendió con uñas y dientes, tuvo un remate de cabeza de Stoichkov a pase de Tejero que le respondió con una gran intervención Diego Conde. Presionó y tuvo el control del partido. Pero, en el minuto 32, volvió a suceder lo que viene repitiéndose otras veces, un robo de balón que acaba en un a mortal contra. A partir de este instante, el partido comienza a pesar como una losa. Las lesiones de Venancio y Matheus se sumaron al rosorio de contratiempos del partido. Etxeberria movió el banquillo, cambió posiciones, buscó alternativas, pero, ni con todo ese esfuerzo sirvió para dar la vuelta al marcador.

El Eibar en la segunda mitad lo intentó, le faltó cierto orden, profundidad, ese último pase. Hubo tramos en los que se precipitó con pases erráticas que fustraron un buen número de trasiciones. Una tarde amarga que debe olvidarse en el siguiente compromiso en El Plantío ante el Burgos. Hay que confiar en el trabajo de Etxeberria y sus hombres, la temporada se me antoja más dura de lo que en un primer momento preveía.

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