Itxaso y Arriola (derecha), que encabezaron la visita, en el punto donde la línea de alta velocidad convergerá con la convencional en Astigarraga.. M. A. M.

Arriola pide al Gobierno «celeridad» en licitar las vías del TAV para que puedan estar para 2027

El consejero vasco de Transportes valora tras acabar el ramal guipuzcoano que las obras de la alta velocidad «parecen interminables pero no lo son; todo lo que empieza se acaba»

Miguel Ángel Mata

San Sebastián

Lunes, 12 de febrero 2024, 11:43

El consejero vasco de Transportes, Iñaki Arriola (PSE), ha pedido este lunes al Gobierno central «celeridad» para licitar a lo largo de este año la superestructura del tren de alta velocidad (TAV), de tal forma que todo el trazado pueda estar terminado para finales de ... 2027. En ese caso la puesta en servicio de los trenes podría producirse a finales de 2028.

Publicidad

Arriola ha realizado esta petición durante una visita institucional al tramo Hernani-Astigarraga del TAV, que el Gobierno Vasco acaba de concluir, con lo que ha finalizado su parte del trabajo. Se trata de la primera encomienda del Estado, firmada en 2006, para que el Ejecutivo autonómico fuera el encargado de construir la plataforma de la 'Y' vasca a su paso por Gipuzkoa, entre Bergara y Astigarraga.

En la visita ha participado el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, también socialista, que ha recogido el guante y ha subrayado el «compromiso inequívoco» del Ejecutivo de Pedro Sánchez con este proyecto. Ha asegurado que en los últimos años el Estado ha aumentado la inversión en la 'Y' vasca y se ha mostrado convencido de que este mismo año se podrá licitar la superestructura, aunque ha eludido comprometer fechas para ver circular los trenes, recordando que se trata de una obra «extremadamente compleja». «Estamos involucrados y nos interesa acabar cuanto antes, pero los trabajos necesitan su tiempo», ha insistido. Respecto a la apelación directa de Arriola ha respondido con un «¿2027? Intentaremos cumplir».

Ambos han recordado las palabras de hace unos días del secretario de Estado de Transporte y Movilidad Sostenible, el exalcalde de Irun José Antonio Santano, quien anunció que toda la plataforma de la 'Y' vasca estará concluida en el primer semestre de 2025.

Publicidad

Lo que queda

Quedará entonces, y es lo que queda ya en el recién finalizado ramal entre Bergara y Astigarraga, instalar los elementos que completan el 'esqueleto'. Esto es, las vías, catenaria, señalética... Es lo que Arriola ha reclamado al Estado que licite cuanto antes. El consejero ha valorado que la culminación de la plataforma en Gipuzkoa demuestra que «todo lo que empieza se acaba. Esta obra parecía interminable, pero no lo es», ha recalcado.

En la zona el Gobierno Vasco ejecuta ahora la nueva estación de Cercanías de Astigarraga, a la altura del polígono industrial Bidebitarte. También la estación de Atotxa en San Sebastián, cuya finalización está prevista para finales de 2025.

Publicidad

Por su parte, la empresa pública estatal Adif debe culminar su parte. Se trata del recorrido por Álava y Bizkaia, el nudo de Bergara, la entrada desde Astigarraga a Donostia, la continuación hasta la frontera con Francia, y la estación de Irun. Está previsto que todo ello vaya concluyendo también a lo largo del año que viene. Para más adelante queda el acceso a Vitoria desde Burgos y las estaciones de Bilbao y Vitoria, que no estarán listas antes de una década pero que no son imprescindibles para que el TAV empiece a operar.

El tramo visitado este lunes, el último construido, es básicamente un viaducto de 1,4 kilómetros que va desde la salida del túnel que conecta el barrio de Zikuñaga con el polígono industrial Ibaiondo (Hernani), hasta las inmediaciones de la futura estación de Astigarraga, donde la línea de alta velocidad se juntará con la convencional.

Publicidad

La estructura sobrevuela dos veces el río Urumea y pasa por debajo de la A-15, lo que ha requerido tres métodos constructivos diferentes. Un reto de ingeniería que hace que los reponsables de su ejecución reiteren que en realidad «son tres puentes en uno». El viaducto central, de 482 metros de longitud, es el único puente atirantado de la red de alta velocidad en España y una de las imágenes icónicas de la red en Euskadi.

15 años y 2.000 millones

El ramal guipuzcoano se distingue del resto de la obra del TAV por ser el Gobierno Vasco a través de la empresa pública Euskal Trenbide Sarea (ETS) el encargado de su construcción. Euskadi ejecuta la obra y luego descuenta lo invertido en el Cupo que abona al Estado, que de este modo es quien paga el proyecto en realidad. El resto del trazado –por Álava, Bizkaia, la entrada de Astigarraga a Donostia, la continuación hasta la frontera con Francia y el llamado nudo de Bergara, la encrucijada donde se desviarán los trenes según el destino que tengan– lo construye directamente el Estado a través de Adif. Todos ellos están aún por concluir.

Publicidad

La construcción del ramal guipuzcoano ha llevado 15 años y cerca de 2.000 millones de euros de inversión. Son 1.994,87 exactamente, a falta de cerrar la liquidación de la fase II del Hernani-Astigarraga ahora culminado y a la espera de que se termine por construir a finales de 2025 la nueva estación de Atotxa en San Sebastián, también responsabilidad del Gobierno Vasco pero fuera de lo que es la plataforma sobre la que ahora toca montar las vías, la catenaria, sistemas de seguridad, y demás elementos de lo que se denomina la superestructura.

La obra en sí ha supuesto 1.961 millones de euros, 76 más que los 1.885 previstos en las bases de licitación (sobrecoste del 4%), y 232 millones más (13%) que los 1.729 comprometidos por las empresas constructoras al adjudicarse los contratos. A esa cantidad hay que añadir 7,79 millones por servicios afectados y 25,72 en reclamaciones patrimoniales por afecciones a terrenos de titularidad privada.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete los 2 primeros meses gratis

Publicidad