Dos andereños atienden a un grupo de niños en el centro Auzokids de Irun. Lusa

La gratuidad de las haurreskolak y la bajada de la natalidad «ahoga» a las guarderías privadas

Las matriculaciones a las Haurreskolak para el curso que viene han aumentado un 55%, por lo que muchos centros se encuentran «en la cuerda floja y tendrán que cerrar»

Martes, 6 de junio 2023, 06:45

«Nos estamos ahogando». Con esta contundencia resumen las escuelas infantiles privadas de Gipuzkoa, que ofrecen servicio para niños de 0 a 3 años, la situación que atraviesan. El escenario pinta «crudo» de cara a los próximos años. A la brutal caída de la natalidad ... en Euskadi, que se viene acusando desde hace una década, se suma ahora la gratuidad de las haurreskolak para este próximo curso. Según anunció el pasado viernes el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, las matriculaciones en los centros públicos para el curso que viene han aumentado un 55% con respecto al año anterior, alcanzando las «3.462 peticiones nuevas». Así, entre los niños y niñas ya matriculados y las nuevas incorporaciones -ahora se están analizando las listas provisionales hasta el día 14-, las Haurreskolak contarán a partir de septiembre con 5.492 pequeños.

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A esta gratuidad se suman más factores que explican el descenso de matriculaciones y que han puesto en peligro la viabilidad de las escuelas infantiles autorizadas. Las bajas de ambos progenitores «están haciendo desaparecer» el aula de 0-1 año y la oferta de aulas de 2 años desde los propios colegios ha puesto contra las cuerdas a las guarderías privadas guipuzcoanas, cuya «preocupación» es compartida por la mayoría de centros consultados. Desde Giarbi, la asociación de escuelas infantiles privadas de Euskadi, describen la situación como «crítica». «Se nos está dejando morir. Hay muchos centros en la cuerda floja, en situación muy delicada y se van a vivir auténticos dramas si el Gobierno Vasco no toma medidas y no nos tiene en cuenta», afirma el representante de la asociación, Eder Zaldivar, que critica en este sentido la «falta de voluntad» por parte de Educación para 'salvar' este modelo. «Nuestra figura como centros privados autorizados ni siquiera aparece en el texto de la nueva ley, ni se nos menciona, estamos fuera. Queremos que también se nos tenga en cuenta para formar parte del reto demográfico que tiene Euskadi», reclama.

18 escuelas

infantiles autorizadas por el Gobierno Vasco hay en Gipuzkoa, 88 en Euskadi.

La escasez de nacimientos en Euskadi golpea de lleno a los colegios pero es la etapa de Infantil donde se aprecia con más intensidad la bajada de alumnado. En datos, la educación Infantil ha perdido 20.000 matrículas en los últimos 9 años a causa del desplome de nacimientos. Euskadi registró en 2022 un total de 13.792, un descenso del 3,39% en relación al año anterior, cuando nacieron 14.257 niños, de estos 4.932 en Gipuzkoa. Se trata de la cifra de nacimientos más baja de la serie histórica del Eustat, que se remonta hasta 1975, cuando se produjeron 39.646 alumbramientos.

10 centros

han cerrado en los últimos 5 años: 2 en Gipuzkoa, 7 en Bizkaia y 3 en Álava.

Con la natalidad en caída libre, su impacto en el ámbito escolar es evidente. «La bajada es impresionante. Tras la pandemia, en el curso 2021-2022 hubo un repunte pero ahora estamos cayendo en picado. El pronóstico es que las guarderías privadas van a desaparecer en muy poco tiempo», augura Marina García, directora de la escuela infantil Auzokids ubicada en Irun. En estos momentos cuentan con 30 niños repartidos en tres gelas, «pero para el curso que viene igual tenemos que cerrar. Por estas fechas ya tenía matriculaciones y de momento solo tengo 2 niños. Si de aquí a agosto no se apuntan más, tendré que cerrar. Estamos fatal, nos están ahogando para que cerremos», lamenta García.

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66 millones de euros

Entre las causas, enumera la gratuidad de las escuelas públicas. Según anunció el Gobierno Vasco, el Consorcio Haurreskolak, entidad pública que gestiona las escuelas infantiles públicas, será gratuito a partir del curso 2023-2024. Este primer ciclo de Educación Infantil contará con 66 millones de euros, un 22% más desde 2018 «en consonancia con la Estrategia Vasca 2030 para el Reto Demográfico», tal y como señaló el consejero Jokin Bildarratz. Así, la gratuidad en los centros públicos es uno de los factores que ha puesto «contra las cuerdas» el modelo de negocio de las escuelas infantiles de carácter privado que, pese a recibir una ayuda, no pueden competir con la red pública. El representante de Giarbi explica que «recibimos una ayuda anual por cada plaza, supone el 60% de los gastos, pero no se actualiza desde 2009 y tenemos que sumar los gastos de mantenimiento, limpieza, personal... Las cuotas han tenido que aumentarse porque sin ellas no podríamos subsistir. Es complicado competir con los centros públicos y concertados de alrededor».

«Ahora tenemos 30 niños en tres clases pero de momento tenemos solo dos matriculaciones. Igual tenemos que cerrar»

Marina García

Auzokids Irun

El hecho de que los colegios ofrezcan también el aula de 2 años es otro de los factores que han hecho mella en estos centros. «¿Por qué aglutinar todo en los colegios cuando ya existe una red de centros extendida que dan este servicio?», se pregunta Zaldivar.

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En Euskadi existen varias opciones para escolarizar a los menores en el primer ciclo de Infantil (entre 0 y 3 años). Por un lado está el Consorcio de Haurreskolak, la red pública. En segundo lugar existen las Escuelas de Infantil autorizadas por el Departamento de Educación. Son centros de titularidad privada pero que reciben una ayuda del Gobierno Vasco. Al mismo tiempo, cada vez más colegios concertados ofrecen la opción de matricular a los alumnos en el aula de 2 años, que es la edad en la que suelen escolarizarse los menores. «Han fragmentado toda la etapa infantil, lo han hecho fatal. Antes teníamos niños desde los 4 meses hasta los 3 años y podías trabajar con ellos, hacer un seguimiento y se veían resultados. Ahora entre que el primer año casi ha desaparecido por las bajas de la madre y el padre y que con dos años muchos deciden apuntarles ya en el cole...», explica Marina García, que añade en este sentido que «se nota miedo en las familias a que se queden sin sitio en el cole porque ya no te aseguran la plaza».

«La gela de 1 año tiene el riesgo de desaparecer por las bajas de maternidad y paternidad. Se nota mucho la bajada de niños»

Leire Sarasola

Panpin Errenteria

En la escuela infantil Panpin de Errenteria podrán «salvar» este año pero la incertidumbre es total de cara a los próximos cursos. «Este año, con la entrada de la gratuidad, será determinante para saber si tenemos futuro o no», afirma Leire Sarasola sin esconder el «miedo» que les provoca esta «cruda» situación. «Tenemos mucha incertidumbre», admite.

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Al igual que muchas escuelas infantiles, han observado el descenso de alumnos en el aula 0-1 debido a las bajas, que «se nota muchísimo. Son ocho meses más las vacaciones y muchas familias tienen cubierto el primer año del bebé. Esta gela tiene el riesgo de desaparecer. Todo lo tenemos en contra», lamenta, haciendo referencia igualmente a la bajada de nacimientos. Aunque este año la matriculación ha sido muy buena -cuentan con 34 niños-, «otros años estábamos llenos, con 42 y con listas de espera. Eso desapareció hace años, aproximadamente desde 2015, cuando empezamos a notar que la demanda no era tanta y, desde entonces, en picado», comentan desde Panpin, que llevan 17 años en el municipio. Sarasola considera que los 200 euros que el Gobierno Vasco va a dar a las familias es una ayuda «muy importante, también para nosotras porque las familias van a poder seguir utilizando el servicio. Antes quizá tiraban de los abuelos y ahora tienen opción de llegar a las haurreskolak».

Marta Elipe, responsable de la escuela infantil Tilin Talan en Donostia desde hace 19 años, también critica que el Gobierno Vasco permita la ruptura a los 2 años. «Es una pena pedagógicamente hablando porque les cortas de golpe. Creo que habría que darle una vuelta», comenta Marta, que reclama mayores ayudas económicas.

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De cara al curso que viene cuentan con matriculaciones pero «¿y si también están apuntados a las escuelas municipales y consiguen plaza?», se pregunta. En estos momentos «estamos completos, con 55 niños en el centro de Amara y otros 88 en el Antiguo, pero preocupa el tema de la gratuidad. De pagar, por ejemplo, 300 euros a que sea gratis... De momento nos mantenemos porque además de la guardería tenemos otras actividades de ocio como colonias, y si vienen mal dadas al menos tenemos esa parte, pero hay mucha incertidumbre y estamos a verlas venir; no sabemos qué va a pasar», comenta, al tiempo que reivindica la existencia de estos centros que ofrecen un «servicio real y flexible que las familias necesitan. Euskadi tiene un reto demográfico y no podemos seguir mirando para otro lado».

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