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Iñigo Fernández de Lucio
Miércoles, 26 de marzo 2025, 01:00
La noche del lunes tuvo lugar una maratoniana negociación para renovar un convenio que lleva 15 años caducado. Por momentos pareció que se podría llegar ... a un acuerdo que desconvocase la huelga, pero todo descarriló bien entrada la madrugada. La cita comenzó pasadas las 17.00 horas. Educación planteaba mejoras de calado que no respondían a todas las reivindicaciones de los sindicatos, pero sí a un buen puñado de ellas (jubilación, burocracia, jornada semanal...).
Según las fuentes consultadas, Steilas y LAB, que ostentan la mayoría, veían con buenos ojos el planteamiento y, en una reunión a puerta cerrada, añadieron algunas mejoras; la más importante, una subida salarial de un 8%. Tras ese encuentro, Educación mantuvo reuniones bilaterales con cada sindicato. Corrían las 22.30 horas y se emitieron las primeras señales de que el pacto era posible. La ronda se alargó hasta la medianoche. Las centrales mayoritarias volvieron a reunirse con el departamento para pulir los últimos detalles. CC OO también veía bien lo negociado.
Sin embargo, cuando todos los representantes volvieron a sentarse a la mesa, la consejería cambió su propuesta, con una subida inferior a la acordada, de en torno al 6%, según confirmaron distintas fuentes. El planteamiento, además, no estaba por escrito. Eran las dos de la mañana y todas las opciones de pacto se esfumaron. Hubo acusaciones contra el departamento por «mentir» y actuar «de mala fe». El enfado de ELA, apartada de la negociación real, fue mayúsculo y cargó contra Steilas y LAB por la forma en que se había sucedido la negociación.
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