Euskadi notifica 307 nuevos positivos de coronavirus, un 67% menos que hace un mes

A tres días de que los vascos recuperen la libertad para moverse por toda la comunidad autónoma, la tercera ola de la pandemia del coronavirus continúa su lento descenso. Euskadi ha notificado 307 nuevos positivos en las últimas horas, 16 menos que la jornada anterior y 42 menos que hace una semana. Un lento retroceso que, no obstante, supone una notable mejoría si se compara con datos de hace un mes. El 5 de febrero se detectaron en Euskadi 947 casos, 640 más que ayer. Dicho de otra forma, los nuevos positivos han descendido un 67% el último mes.

Solo en Gipuzkoa, el pasado 5 de febrero se notificaron 264 nuevos positivos, frente los 90 casos de ayer, lo que da cuenta de la mejoría. El viernes también se detectaron 56 casos en Araba y157 en Bizkaia, además de 4 de personas de otras comunidades autónomas u otras procedencias. La tasa de positividad, por su parte, sigue instalada por debajo del 5%. De las 7.102 pruebas diagnósticas, el 4,3% resultaron positivas.

Pese a la lenta mejoría de la situación epidemiológica, el lehendakari Iñigo Urkullu recordó en su comparecencia tras la reunión del LABI que ha acordado aliviar las restricciones de movilidad, que el País Vasco ha pasado de una incidencia acumulada de 667 casos por 100.000 habitantes el pasado 1 de febrero a los 225 casos del jueves, el último dato disponible. «La situación ha mejorado claramente, pero la predicción sigue siendo incierta», aseguró el lehendakari, quien pidió «máxima prudencia» para lograr el objetivo de descender a una incidencia de 60 casos.

Entre otros motivos de inquietud, el lehendakari se refirió a la expansión de las nuevas cepas del virus. La variante británica origina ya la mitad de los casos que se detectan a diario en el País Vasco, aunque no es la que más preocupa a las autoridades sanitarias. Se consideran más problemáticas la sudafricana y la brasileña, más resistentes a la vacuna. De la primera, hasta la fecha Osakidetza ha confirmado dos positivos y de la segunda, se ha detectado un contagio y otro está bajo sospecha.

La presión asistencial también se está aliviando, pero sigue tensionada, especialmente en las unidades de críticos. Ayer ingresaron 48 personas con Covid-19 ingresaron en planta, y en las UCIs hay actualmente 115 personas con coronavirus, 3 menos que la víspera. Es la cifra más baja desde el 23 de enero.

No obstante, el descenso de positivos no se refleja de momento en la UCI del Hospital Universitario Donostia, donde el 5 de febrero había 43 pacientes críticos por causa directa del patógeno. Un mes después, eran 41. En este sentido, el plan Bizi Berri III, la hoja de ruta del Gobierno Vasco para la desescalada de la tercera ola, señala que «probablemente el indicador más fiable para medir el grado de gravedad que tiene la incidencia de la pandemia en cada momento sea la ocupación de camas UCI».

Hasta el lunes no se actualiza la información relativa a los municipios ni el índice R0, que ayer se situaba en el 0,89 tras encadenas varias jornadas a la baja. Lo que ya no se actualizará será el sistema de catalogación de los municipios por colores Urkullu anunció ayer que se elimina la referencia a la tasa de incidencia acumulada superior a 500 para determinar restricciones por localidad. «Se ha tenido en cuenta que, en este momento, no hay prácticamente localidades por encima de este registro», explicó. Ayer Oñati, Aretxabaleta e Ibarra eran los tres municipios guipuzcoanos en rojo. Así, anque el martes su tasa continúe en zona roja, en estas localidades se recuperará el deportes escolar y se podrán reabrir las casas de apuestas.

Mientras tanto, la campaña de vacunación gana velocidad en Euskadi. La semana pasada se inocularon de media unas 2.000 dosis diarias, mientras que el jueves se administraron algo más de 10.000. El miércoles fue el turno de los nonagenarios y desde este sábado se está empezando a inmunizar a los 40.000 mayores de 80 años de Gipuzkoa, que desde el jueves están siendo citados por Osakidetza.