La chancla y la sulfatadora, así atraparon al ladrón navarro que se metía en las camas

Tumbado sobre una cama. Así encontraron el sábado los agentes a uno de los dos ladrones que habían entrado a robar a una vivienda de Corella. Y cuál fue su sorpresa cuando descubrieron que era el mismo que hace una semana fue detenido por entrar a robar en una casa de Arguedas, donde se metió en la cama de una octogenaria, que lo echó a codazos. Fue arrestado por la Guardia Civil, en colaboración con Policía Foral y Policía Municipal de Corella, y en esta ocasión no quedó en libertad. Su reincidencia (acumula una veintena de arrestos) llevó al juzgado de guardia de Tudela a decretar su ingreso en prisión junto con el otro arrestado.

Según informa Diario de Navarra, la Policía Municipal fue requerida a las 6.04 horas del sábado por el robo en una vivienda en la que vive sola una mujer de más de 90 años. Los asaltantes habían trepado por los cables de la luz de la fachada hasta el balcón, y por ahí accedieron a una habitación. Robaron joyas, diversa herramienta, menaje de cocina y hasta unos plátanos de la nevera. Según relató la mujer, se encontraba durmiendo en la cama cuando entraron los individuos en la habitación y forcejearon con ella para quitarle un anillo de un dedo de la mano. Mientras se intentaba zafar de ellos, golpeó a uno en la cara. Los asaltantes se marcharon.

Una vecina dio la alerta inicial. Cuando los agentes municipales llegaron, en el lugar se encontraba el hijo de la víctima, ya que esta había podido accionar el botón del pánico. En una primera inspección, descubrieron que los armarios, cajones y muebles de varias habitaciones habían sido registrados. No había rastro de los asaltantes. El hijo fue a presentar denuncia ante la Guardia Civil. Hasta allí se desplazaron agentes del cuartel de Fitero.

Una hora después, a las siete de la mañana, las patrullas seguían allí. Ajeno a esta incidencia, un vecino se dirigía a la vivienda de un familiar, situada en la misma calle y donde no había nadie. Iba a buscar una sulfatadora. Pero al ir a entrar, descubrió que la cerradura de la casa estaba forzada y la puerta atrancada. Y como había visto a los agentes en las proximidades, comunicó lo que pasaba.

Ante la probabilidad de que los ladrones siguieran en el interior de la vivienda, Guardia Civil solicitó apoyo a Policía Foral. Acudieron dos patrullas de Seguridad Ciudadana de Tudela. Así que agentes de los tres cuerpos policiales entraron en la vivienda y localizaron a los dos asaltantes, de 23 y 24 años, en una habitación de la primera planta. Estaban cada uno en una cama, «aparentemente incapacitados por el supuesto consumo de bebida alcohólica, algún tipo de sustancia estupefaciente, o simulando esta situación», informó la Guardia Civil.

Al identificarlos supieron que el de 24 años era el mismo al que la Policía Foral había detenido una semana antes en Arguedas: un joven natural de Marruecos en situación regular y vecino de Corella que acumula ya más de veinte detenciones. Y no solo le imputaron los dos robos de esa madrugada sino también un tercero porque la chancla que le faltaba en el momento del arresto fue hallada en una tercera vivienda de Corella asaltada y de la que no se llevaron nada.

Este lunes por la mañana, el juzgado de guardia de Tudela decretó su ingreso en prisión. Hace una semana, había quedado en libertad después de entrar a robar a una vivienda en Arguedas, de la que se llevó joyas, un móvil y un reloj de 1.000 euros. Al día siguiente, en las vacas de la plaza, el dueño del reloj lo reconoció durante el festejo y fue detenido.

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