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Ainhoa de las Heras
Martes, 28 de mayo 2024, 07:59
La detención de los cinco presuntos implicados en el crimen de Juan Felipe García Salazar, nacido en Medellín (Colombia) hace 23 años y vecino de Getxo, no le va a devolver la vida, pero al menos el caso no quedará impune. La intervención de un ... policía municipal de Bilbao, que se encontraba en ese momento fuera de servicio disfrutando de la noche con unos amigos en Algorta, resultó providencial, ya que presenció los hechos, siguió a los presuntos agresores y avisó a la guardia urbana de Getxo de su vía de escape, lo que permitió el arresto prácticamente in fraganti. El policía, oficial en prácticas con una década de experiencia a sus espaldas, ha relatado a este periódico cómo sucedieron los hechos.
Eran aproximadamente las once y veinte de la noche del pasado sábado, 25 de mayo. El policía se encontraba con su cuadrilla junto a la barandilla del mirador de Satistegi, en el barrio getxotarra de Algorta, en una zona de ambiente. Hacía una noche casi veraniega y había mucha gente en la calle. «Vimos al fondo, detrás de un edificio, un conato de pelea. Un chaval (el que luego resultó fallecido) se quitó la camiseta y salió corriendo. Otra parte del grupo venía hacia nosotros. Pasaron cerca de donde estábamos y subieron por las escaleras». Los jóvenes se conocían previamente y se encontraban juntos celebrando un cumpleaños. Por deformación profesional, el agente se fijó en ellos.
Testimonio policial
Huida «Para no perderles de vista les seguí, pero les di distancia porque portaban armas blancas»
Contacto «Llamé a la Policía Local de Getxo y cogió una agente con la que había patrullado»
Armados «Vi a dos de los chicos que portaban cuchillos negros de cocina en las manos y me enfoqué en ellos»
Cinco implicados «Faltaba una chica, no estaba en el andén sino en la parte de arriba, donde fue arrestada»
«Escasos minutos después, regresaron al mismo lugar. Ahora, uno de ellos venía con un palo y se volvieron a enzarzar. Se pelearon», continúa con su relato. Entonces, vio perfectamente cómo a unos pocos metros de distancia dos de los chicos más jóvenes, cuya apariencia delataba claramente su minoría de edad, «portaban cuchillos en las manos y me enfoqué en ellos». Según los primeros datos del informe preliminar de la autopsia practicada al cadáver en el Instituto vasco de Medicina Legal (IVML), la víctima presentaba una única y certera cuchillada por la espalda, que alcanzó órganos vitales. «Alguno se lo había clavado seguro. Los cuchillos eran negros, de cocina», detalla.
Momentos después, «volvieron a subir por las escaleras junto a donde nos encontrábamos. Iban apresurados. Eran tres chicos y una chica», aunque había una segunda implicada. El policía dejó a sus acompañantes sin tiempo para explicarles lo que ocurría. «Para no perderles de vista les seguí, pero les di distancia porque llevaban armas blancas», recuerda el agente, que pasaba completamente desapercibido porque iba vestido de paisano. Mientras, se le ocurrió avisar de forma discreta a sus excompañeros de la Policía Local de Getxo. «Se alinearon los astros», cree. Se daba la curiosa circunstancia de que el policía ahora bilbaíno empezó su carrera en la localidad getxotarra, donde estuvo destinado tres años. «Cogí el teléfono y llamé a la Policía Municipal de Getxo, donde tenía algunos contactos. Me cogió una compañera con la que había patrullado». La comunicación resultó rápida y eficaz.
Justo en ese momento, la agente se encontraba «con la emisora en la mano» y fue aportando a las patrullas los datos que le ofrecía por teléfono y en directo el testigo. Además, se conocía al dedillo el callejero de la localidad costera, por lo que sus indicaciones sobre la fuga de los presuntos agresores fueron precisas.
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L. Pérez | A. de las Heras | D. Olabarri | L. López
Se dirigían hacia el metro. En el momento en que entraban en la estación de Telletxe del suburbano, «aparecieron las patrullas de la Policía Municipal de Getxo y de la Ertzaintza», que justo se encontraban en una actuación muy cerca y escucharon por el talkie cómo huían los sospechosos. Hasta ese momento, estaban implicados en una agresión con arma blanca grave. «Entraron corriendo. Les detuvimos por cuestión de segundos porque estaban en el andén a punto de subirse al metro». «Les marqué quiénes eran» y los uniformados retuvieron a cuatro de ellos, tres chicos y una joven, en el apeadero. «Faltaba una chica. No estaba en el andén sino en la parte de arriba». También fue arrestada. Se les imputa un delito de homicidio consumado. Ninguno de ellos contaba con antecedentes penales. De haber tardado unos segundos más, los presuntos agresores habrían montado en el metro y conseguido huir, lo que habría obligado a una compleja investigación policial para identificarles. «La pena es que el chico no se salvó, pero al menos hemos conseguido pillar a los autores in fraganti», se felicita.
Gracias a los datos que había aportado, otras unidades policiales localizaron cerca de la Avenida Basagoiti a la víctima, malherida, que se había «alejado hacia otro lado, donde se caería», supone. Felipe estaba aún consciente. Los policías le ofrecieron los primeros auxilios mientras esperaban la llegada de la ambulancia. El joven apenas acertaba a decir que le dolía y que le costaba mucho respirar. Cuando le habían colocado en la camilla para introducirle en la UVI móvil y trasladarle de urgencia al hospital de Cruces, el herido entró en parada cardiorrespiratoria. Intentaron reanimarle, pero terminó falleciendo.
Los policías encontraron en una papelera de la estación de metro cercana a donde se encontraban los menores un cuchillo ensangrentado, que fue incautado. También alguno de los chicos llevaba prendas manchadas de sangre, que serán analizadas como posibles evidencias del delito. Al tratarse de jóvenes menores de 18 años, desde la comisaría de la Ertzaintza de Getxo, se comunicó el arresto tanto a los padres como a la Fiscalía de Menores.
Desde el departamento de Seguridad se vieron anoche en la necesidad de desmentir los 'bulos' que se están difundiendo en redes sociales en los que se culparía de esta muerte a menores magrebíes no acompañados. «No son menores no acompañados 'menas' de origen magrebí», informaron portavoces de la consejería.
La investigación se centra ahora en determinar cuál de los implicados asestó la cuchillada mortal. En el registro corporal, a una de las menores se le decomisaron varias armas blancas.
El sindicato Erne reclama un «aumento de la plantilla y de medios materiales» para la Policía Local de Getxo ante la «subida exponencial de armas blancas» en las calles de la localidad en los últimos tiempos. «Sabemos que este tipo de sucesos, como el ocurrido el pasado sábado, pueden ocurrir todos los días». El incremento de diez policías que prevé el Gobierno local les parece «totalmente insuficiente». Hace unos años, era habitual que hubiera una detención semanal, ponen como ejemplo. Sólo en los últimos siete días se ha arrestado a seis individuos por distintos delitos. Erne propone que se dote a los agentes de táser para «dar una respuesta eficaz y proporcionada».
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