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Colocan flores donde se produjo el ataque al joven. Manu Cecilio
La víctima del crimen de Algorta, un joven de 24 años huérfano que trabajaba como «albañil y electricista»

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Cinco menores detenidos por matar a puñaladas a otro joven en una zona de bares de Algorta

L. Pérez | A. de las Heras | D. Olabarri | L. López

Lunes, 27 de mayo 2024, 07:18

Todos iban a asistir al cumpleaños de una amiga común, pero cuando la noche apenas había comenzado llegó el desastre. El getxotarra de origen colombiano Juan Felipe García, de 24 años, recibió una puñalada en la espalda que acabó con su vida. Cinco menores de edad fueron arrestados por el crimen, que se produjo en una zona de bares muy concurrida de Algorta.

La tragedia ocurrió sobre las 23.20 horas del sábado, frente al parque de Los Chopos, cerca de los bares de Satistegi. Fue allí donde la víctima recibió la cuchillada mortal en la espalda, y otra en el brazo. La mancha de sangre se secó en la acera y permaneció en el lugar durante toda la mañana del domingo hasta que sus amigos la limpiaron pasada la una del mediodía. En el lugar pusieron una vela y flores en su recuerdo.

Juan Felipe fue evacuado al hospital de Cruces, pero lo hizo en estado muy grave y terminó falleciendo, según informó el Departamento vasco de Seguridad. La Ertzaintza, en colaboración con la Policía Municipal de Getxo, arrestó poco después del ataque a cinco menores de edad en las inmediaciones del metro de Algorta, que se encuentra muy próximo al lugar. Eran dos chicas y tres chicos. Una de las jóvenes llevaba en el interior de su bolso varias armas blancas. Los agentes también encontraron en una papelera cercana a la estación dos cuchillos manchados con sangre, los cuales se sospecha que podrían haber sido utilizados para cometer el crimen.

Dos versiones

Según explicaron a este medio amigos de la víctima, el grupo de presuntos agresores había llegado del barrio baracaldés de Cruces y se disponía a asistir al mismo cumpleaños al que estaban invitados ellos, el de una chica conocida de todos. Los problemas comenzaron, añaden, cuando Felipe estaba discutiendo con una amiga en la zona de copas. «Lo normal, nada serio». Fue entonces cuando el grupo de Barakaldo intervino «en plan 'superman', y ahí empezó la pelea». «Él se les encaró, y le apuñalaron», dicen.

Fuentes policiales revelan que, según su investigación y los testimonios de otros testigos, tras un primer enfrentamiento ambas partes se marcharon cada uno por su lado. La víctima habría regresado con una barra de hierro, y el grupo de menores lo habría hecho con varias armas blancas. Fue entonces cuando la violencia se desató y terminó con la vida de Juan Felipe tras una persecución, según dijeron varias personas que presenciaron el suceso. La investigación está abierta para conocer con precisión el detalle de lo ocurrido.

Sanitarios atienden al joven. Luis Calabor

Juan Felipe García llegó aquí desde su Colombia natal cuando era un bebé, cuando sólo tenía nueve meses. Vivía con su tía Adriana y con la madre de ésta. «Su madre falleció hace doce años y desde entonces estaba con nosotras», contaba ayer la mujer. El sábado por la noche se enteró de lo ocurrido porque «unas niñas llamaron a casa para avisar, 'que han apuñalado a Felipe, que está malherido', gritaban. Yo bajé. Había mucha gente, hacía una buena noche. Pero ya se lo había llevado la ambulancia».

Adriana explicó que su sobrino trabajaba «en fontanería, albañilería, electricidad, en lo que podía». De hecho, estuvo empleado en la empresa de uno de sus amigos, que ayer no se creían lo que había ocurrido. Tanto ellos como jóvenes que lo conocían aseguraban que se trataba de un chaval «que era una buena persona, no causaba problemas, era tranquilo». Fuentes policiales confirman que no tenía antecedentes.

Con precedentes

El suceso conmocionó al barrio y calentó los ánimos. Durante toda la mañana buena parte del vecindario culpaba del crimen a algunos de los jóvenes magrebíes que suelen estar en las inmediaciones, que reciben asistencia por parte de la Iglesia, y a quienes se les endosa la responsabilidad del aumento de la inseguridad en la zona. Sin embargo, según los amigos de la víctima, nada tuvieron ellos que ver con el crimen. En cualquier caso, este episodio ha disparado la inquietud ante lo que se percibe como una escalada de la violencia en un entorno que históricamente siempre ha sido muy tranquilo.

De hecho, no es la única agresión con arma blanca que ha tenido lugar en Getxo en los últimos días. El 15 de mayo un joven tuvo que ser trasladado al hospital de Cruces después de haber recibido varios cortes en la cara en la plaza San Nicolás de Algorta. En aquella ocasión, según explicaron testigos presenciales a este medio, la agresión tuvo lugar en el marco de una pelea en el céntrico lugar por «rencillas» anteriores entre dos grupos. Ocurrió a plena luz del día.

La alcaldesa de Getxo, Amaia Agirre, lamentó ayer lo ocurrido la noche anterior en el acto que dio inicio al Ibilaldia en la ikastola de San Nikolás, que llenó de música y actividades diversas el pueblo y, en especial, el Puerto Viejo, lugar muy próximo a donde se produjo el crimen. «En Getxo no aceptamos este tipo de actuaciones, las condenamos. Somos un municipio de paz. Y trabajamos cada día en la convivencia. Queremos mostrar nuestra solidaridad con la víctima de la familia», dijo la alcaldesa.

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