«Si lo encuentra en casa, lo mata»

A las ocho menos cuarto de la mañana los vecinos de la calle Elosegi de Lazkao, en pleno centro de la localidad, salían a sus ventanas sobresaltados. Durante varios minutos escucharon una sucesión de disparos. Atónitos, comprobaban que un hombre estaba intentando abrir a tiros la puerta de la sociedad gastronómica Esparru. En sus manos dos escopetas que iba sucesivamente cargando y disparando.

Rápidamente alertaron a la Ertzaintza y la policía local, que se personaron en el lugar de los hechos pero el atacante ya no se encontraba en allí. Caminando se había desplazado a la calle Iturgaitza, a menos de 300 metros del local de la sociedad, donde al parecer buscaba a un conocido al que pretendía agredir. En el portal número 1 de esa vía, junto al lateral del monasterio de Santa Ana, volvió a disparar, esta vez al portal para acceder al bloque de viviendas, donde subió hasta el segundo piso y reventó una de las puertas también a golpe de escopeta. Según cuentan vecinos del inmueble, fue donde los agentes de la Ertzaintza le arrestaron y fue trasladado a dependencias policiales con el fin de realizar los trámites pertinentes antes de ser puesto a disposición judicial.

El autor de los hechos sigue en comisaría a la espera de ser presentado ante el juez, según ha informado este domingo por la mañana el Departamento vasco de Seguridad a Europa Press.

El hombre detenido es un vecino de Lazkao de 51 años, tal y como confirmó el alcalde de Lazkao, Kepa Zubiarrain (PNV), quien este sábado vio cómo el tranquilo municipio vivía una mañana de sábado totalmente anómala.

Según informó el departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, el varón mantuvo algún tipo de altercado antes de los hechos en la propia sociedad Esparru. En el momento del ataque dos personas se encontraban en el interior. Se trataba del personal de limpieza de la propia entidad gastronómica que realizaba sus tareas con la puerta cerrada. Al escuchar los disparos procedentes del exterior, aterrorizados, salieron a las ventanas que dan al río Agauntza para pedir ayuda. Uno de ellos resultó con «alguna lesión leve por impacto de perdigón», tal y como recoge el comunicado del departamento de Seguridad.

A pesar de que los hechos se produjeron a primera hora de la mañana por las calles de la localidad goierritarra ya transitaban numerosos vecinos. A medida que iban pasando las horas quienes se acercaban a las inmediaciones de la sociedad, al lado del Ayuntamiento, no podían dejar de mirar cómo había quedado la puerta del local, totalmente destrozada. Los agentes de la Ertzaintza llegaron a contabilizar hasta una veintena de cartuchos en el suelo. Tres horas después, y una vez realizados los trabajos de investigación, algunos socios comenzaron las labores de limpieza sin querer hacer más comentarios que: «Ha sido un gran susto».

La impresión de que lo sucedido podía haberse convertido en una tragedia se trasladó a los vecinos de Iturgaitzaga, donde el atacante se trasladó tras disparar en la sociedad. En el número 1 volvió a cargar contra el portal y contra la puerta de una vivienda. «He oído como explosiones, y he abierto la puerta de mi casa», cuenta Aitor, vecino del inmueble. «Me he dado cuenta de que eran dentro de mi edificio. Estaba en el segundo piso y ha disparado varias veces a la puerta donde ha hecho un boquete», cuenta con el miedo «metido todavía en el cuerpo».

«Mi marido se ha cruzado con él, y me ha llamado. Enseguida he escuchado disparos», explica una mujer vecina del portal de al lado. «La Ertzaintza ha llegado rápidamente, nos gritaban que nos metiéramos dentro de casa. Venía a por el dueño de uno de los pisos. Porque no lo ha encontrado dentro, si no lo mata». Su pareja añadía que «ha pegado tiros al portal y luego a la puerta de la casa. Estaba dentro del piso, la policía le ha gritado y lo han sacado de allí. No sé qué le ha podido pasar por la cabeza para hacer todo esto».