Txomin Perurena en una visita a las instalaciones de El Diario Vasco donde observa una foto de archivo en la que empuja a Luis Ocaña. Mikel Fraile
Leyenda del ciclismo

Fallece Txomin Perurena, leyenda del ciclismo, a los 79 años de edad

En su interminable palmarés figuran 12 etapas de la Vuelta a España, que estuvo a punto de ganar, y 11 en la Vuelta al País Vasco. Ganó también la montaña del Tour de Francia

Jueves, 8 de junio 2023, 12:16

Leyenda del ciclismo mundial y del deporte vasco, Txomin Perurena ha muerto a los 79 años víctima de una enfermedad. La importancia de la figura del oiartzuarra es imposible de exagerar, ya que las 156 victorias que logró en su trayectoria profesional hablan por sí ... mismas. El hueco que deja es insondable en lo deportivo pero más aún en lo humano, porque tenía un carácter afable, expansivo y un humor inagotable. Conocía a todo el mundo y todo el mundo le conocía. Pese a su dimensión como ciclista, caminaba por la vida sin el más mínimo atisbo de vanidad.

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Perurena fue un gigante. Corrió en una de las épocas gloriosas del ciclismo, cuando Eddy Merckx ejercía su tiranía. Nunca se amilanó ante el belga, a quien hizo la vida imposible más de una vez con sus compañeros de aquel equipo legendario que fue el Kas. Destacaba por su velocidad, propia de los mejores sprinters, pero era mucho más que un velocista. Estuvo a punto de ganar la Vuelta a España de 1975. Llegó de líder a la contrarreloj del último día en Donostia y siempre recordaba el silencio con el que se encontró al entrar al velódromo. Supo que había perdido. Agustín Tamames le ganó por 14 segundos.

Su marca de 156 victorias sigue vigente en las tablas de récords, solo por detrás de Eddy Merckx (283 triunfos), Rik van Looy y Mark Cavendish (162), Mario Cipollini (161), Roger de Vlaeminck (161) y Sean Kelly (159). El siguiente es Txomin Perurena.

El oiartzuarra fue ídolo de una generación, aquí y allí. Feroz competidor, era una garantía para sus equipos allá donde corriese y no le asustaba asumir las tareas y la responsabilidad del liderato. Respondía a esa exigencia con victorias y sus equipos tenían fe ciega en él. Ganaba de febrero a octubre, en todos los terrenos, pero en los años 60 y 70 el punto culminante de la temporada era la Vuelta a España, objetivo central para las firmas Fagor y KAS, los equipos dominantes de la época, en los que desarrolló su carrera. Ganó doce etapas de la Vuelta a España entre 1966 y 1978. También se anotó 14 de la Volta y once de la Vuelta al País Vasco, récord en vigor compartido con Sean Kelly.

Los números hablan de una carrera inabarcable y se quedan muy cortos. Dotado de una memoria prodigiosa, con su muerte se apaga un ciclista colosal y se seca una fuente de historias, recuerdos y anécdotas sin fin. Recordaba todas las carreras y a todos sus rivales, de aquí y de allí, por modestos que fueran. Tenía mucha gracia hilando sus relatos, como bien saben los lectores de EL DIARIO VASCO, donde ejerció de columnista durante décadas hasta la última Itzulia. Cada columna tenía una pincelada con su sello personalísimo, intransferible.

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Tras su etapa de ciclista fue director en varios equipos como Orbea, Caja Rural y el primer Euskaltel. Durante años fue columnista de este periódico, tarea que ejerció hasta la última edición de la Itzulia, pese a la enfermedad.

Conoció los tiempos heroicos del ciclismo pero no era nostálgico. Su visión del ciclismo era muy fina, siempre ponía el dedo en la llaga. Estaba más al día que muchos modernos y entendía el desarrollo de las carreras con precisión. En sus columnas no había añoranza, más bien humor para desmitificar unos tiempos con justificada fama de legendarios. Txomin siempre tenía la anécdota que ponía el contrapunto a la gravedad del momento.

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Tras colgar la bici, Perurena se convirtió en director deportivo y también cosechó grandes éxitos. Algunos sonados, como la Vuelta a España que ganó con Pedro Delgado en 1985 con aquel ataque a Robert Millar en la sierra de Madrid. O la etapa del Tour que ganó con el segoviano el famoso día en que, al volante del coche de Orbea, decidió parar a Pello Ruiz Cabestany en el Tourmalet para que Delgado ganara en Luz Ardiden, lo que consiguió. O la etapa del Tour para el Caja Rural con Mateo Hermans. O la Milán-San Remo con Kelly. También fue el primer director del equipo Euskadi, que luego se convertiría en el Euskaltel.

Perurena ha fallecido a los 79 años y el ciclismo pierde a uno de los grandes, a un campeón monumental, protagonista de una época gloriosa y dueño de una memoria enciclopédica de la historia de este deporte.

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