Final del Cuatro y Medio

La txapela vuelve a la cabeza clarividente

Peio Etxeberria declaró el jueves en la elección de material que se sentía tranquilo ante su primera final. No transmitía nigún signo de nerviosismo. Calentó de maravilla este domingo. El sorteo concedió el primer saque a Jokin Altuna. No pudo restarlo. Tampoco el segundo. Ni siquiera el tercero. En tres pelotazos ya habia recibido el mismo número de tantos de saque, tres, que en los tres partidos anteriores. Después llegarían cinco más para un total de ocho.

El de Zenotz tocó algún cable invisible y se autoelectrocutó. «El mejor restador de saques del presente Campeonato» en palabras del propio Altuna III fue esta vez un coladero. La pelota no le entraba en la zurda. Tampoco en la mano derecha. Gozó una docena de pelotazos en toda la tarde. Así es imposible por mucho que al rival le duela el hombro izquierdo.

Jokin Altuna no ha completado un entrenamiento de verdadera intensidad las cuatro últimas semanas por culpa de la distensión de la cápsula articular acromioclavicular. El doctor José Mari Urrutia estuvo atento a cada movimiento del amezketarra, lo mismo que Oier Oregi, su fisioterapeuta de confianza, que le mima y le transmite seguridad. Pero él casi nunca pierde su identidad como pelotari. Es una garantía absoluta desde ese punto de vista.

La txapela del Cuatro y Medio regresa a una cabeza clarividente que ya había cubierto en tres ocasiones anteriores: 2017, 2020, 2021. Iguala a Julián Retegi como cuádruple campeón, si bien es obligatorio apuntar que esta competición se rescató cuando el genial pelotari de Eratsun tenía ya 35 años. Perdió oportunidades preciosas por esa razón. El amezketarra, a sus 27 años, se ha situado a tres de Aimar Olaizola, líder absoluto con siete títulos. El reto está ahí. Difícil pero posible.

Favorecido por un inicio descorazonador de Peio Etxeberria, puso su plan en práctica Altuna. Para el 9-2 ya llevaba cuatro tantos de saque, cifra ampliada a siete en el 14-3. Y una vez metidos en el peloteo, el amezketarra buscó continuamente con su zurda la derecha del contrincante. Siempre por abajo, sin coger altura ni riesgos en el frontis, unos centímetros por encima de la chapa. Incluso en ocasiones tocó la pared izquierda con los pelotazos de derecha para abrir ángulos hacia el ancho. Temía sobre todo la zurda de Etxeberria y poner alta la pelota. Pretendía así evitar la zurda de aire y las voleas del contrario. Objetivos conseguidos.

El delantero de Zenotz no encontró ni ocasiones ni la manera de imprimir ese ritmo alto que le caracteriza. Incluso cometió varios errores en su intento de adelantar la posición, ya que Altuna puso la pelota en sus pies.

Avanzó el partido entre tantos de saque, devoluciones defectuosas y errores claros de un Peio Etxeberria al que de poco sirvió terminar con el doble de tantos de jugada que el campeón: ocho y cuatro. Los agujeros fueron otros, además grandes.

Altuna III se plantó en el 16-4 con un solo tanto de remate, el gancho del 7-2 que alguien pudo incluso anotar como error de Peio Etxeberria porque no pudo recoger la pelota en el ancho. El apartado de acciones certeras de saque-remate del amezketarra se cerró con dos, incluido el último, la cortada de zurda bien medida que significó el definitivo 22-9, el mismo resultado con el que doblegó a Erik Jaka en 2020.

Jokin Altuna ha cerrado la participación más complicada de su brillante trayectoria en el Campeonato del Cuatro y Medio con la victoria más plácida de todas. Ni siquiera el doble golpe en el hombro izquierdo sufrido en el 19-7 y que tres tantos después, tras el 20-9, le obligó a pedir atención médica y a entrar al vestuario le supuso un verdadero impedimento. De vuelta a la cancha, los dos tantos fueron suyos.

Le hacía falta esta victoria a Altuna III, al borde de la eliminación en la semifinal contra Jaka. Caía 20-15 y 21-18. Luce ya siete txapelas en las vitrinas de su casa. Junto a las cuatro de la jaula tiene dos del Manomanista y una del Parejas. No ganaba un título de esta entidad desde el Campeonato de Parejas conquistado con Martija también en el Bizkaia. Fue el 3 de abril de 2022, hace un año, siete meses y dieciséis días. Durante ese periodo había perdido dos finales, la del Cuatro y Medio de 2022 contra Ezkurdia y la del Manomanista de 2023 ante Elordi. La lesión de Tolosa le dejó a las puertas de la final después de un Parejas formidable. Ya le tocaba.