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Jokin Altuna posa en el frontón Larrunarri de Amezketa en los días previos a la final del domingo. IÑIGO ROYO
Cuatro y Medio

Jokin Altuna: «La gente que va al frontón te valora por el nivel, no por tener una txapela más o menos»

Finalista del Cuatro y Medio ·

Juega su novena final individual ante un Laso al que ve «brillo de pelotari grande» y lleva las horas previas «con más naturalidad que antes»

Gaizka Lasa

Amezketa

Miércoles, 10 de noviembre 2021, 06:42

Unai Laso, su rival el domingo en la final del Cuatro y Medio, no es el único que dice de él que es «el mejor» pelotari de la actualidad. Siempre listo y genial, un virtuoso del frontón, ha ganado en golpe y poderío físico hasta ... convertirse en un experto en finales individuales.

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– Otra más. Y van nueve, la sexta consecutiva en la jaula.

– Sí, estoy contento, pero no miro cuántas llevo. Cuando le gané a Ezkurdia no me vino a la cabeza que era la novena. Me llevé una alegría porque nos entrenamos para llegar lo más lejos posible.

– Olaizola II no había jugado seis finales del Cuatro y Medio a su edad y tiene siete txapelas...

– No estoy pensando en alcanzarle. Mi objetivo no es ese. Sé que en todos los campeonatos no voy a estar al cien por cien. Por ahora estoy aguantando bien y los resultados me están acompañando. Mi objetivo no es romper récords, sino ser mejor pelotari cada año. Creo que es lo que estoy consiguiendo y ese es el camino.

– Laso afronta su primera final. ¿Le da eso ventaja respecto a él?

– Te da ventaja a la hora de gestionar lo tuyo, pero lo de él no puedes controlarlo. La primera final que jugué yo fue una de mis mejores finales. Tenía 20 años y estaba muy nervioso. Perdí contra Oinatz pero jugué muy bien. Laso tiene mucho carácter y personalidad y va a rendir a gran nivel.

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– ¿Se aprende a gestionar las finales?

– Ahora vivo más tranquilo estos días. Afronto mucho mejor las entrevistas y todo lo de la previa. Antes me encerraba mucho más y ahora lo llevo con naturalidad. Es la novena y a la fuerza tienes que aprender. Eso no quiere decir que vas a ganar o perder, pero si estás tranquilo y sereno, tienes más opciones de rendir bien en la cancha.

– Llevar todo el año la camiseta roja de campeón, ¿pesa o da alas?

– Lo llevo bien. Cuando gané por primera vez el Manomanista me obsesioné y pensaba que tenía que ganar todos los partidos. Ahora no. No se me valora por ser campeón manomanista, sino por el nivel que estoy dando. Ganar es normal y perder también. Pienso que la gente que va al frontón te valora por tu nivel más que por tener una txapela más o menos.

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– ¿Cómo lo hace para llegar siempre bien a los partidos clave?

– No llego siempre bien. No preparo ningún campeonato pensando en que la semifinal es en esta o aquella fecha. He tenido campeonatos en los que he empezado como un tiro y no he llegado tan bien a la final. Hace dos años, cuando me ganó Joseba (Ezkurdia) la final del Cuatro y Medio, pienso que fui de largo el mejor del campeonato, pero él jugó mucho más que yo en la final. Muchas veces cuenta cómo estás ese día, cómo te sientes, cómo estás físicamente y mentalmente, no tanto en qué forma llegues. Tienes que jugar en ese momento.

«Mi entrenador me dice que una preparación específica conmigo le resulta imposible; vamos semana a semana»

– ¿Lo dice porque parecía que Ezkurdia llegaba mejor a la semifinal?

– Contra él noté sensaciones que no había tenido en todo el campeonato. No me cansaba aunque él estaba jugando muy bien. Eso te da confianza. Él venía de ganar los tres partidos anteriores y podía parecer que iba como una moto y no se le podía ganar. Pero hablamos de partidos que se juegan en una hora concreta, y el momento cuenta mucho.

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– ¿Necesitaba un partido como ese para ganar en confianza?

– Me quedo con la sensación de que disfruté muchísimo en el partido. Mi secreto ha sido que cuando no me he encontrado tan bien, no he agachado la cabeza y he sabido que mi oportunidad podía llegar.

– Cuando dice que no se ha encontrado tan bien, ¿se refiere a la derrota contra Peio (Etxeberria) y la victoria ajustada contra Elordi?

– Sí, pero no me preocupé. Veía que no estaba haciendo daño a los contrarios. Con Elordi por muy poco no perdí. Y contra Peio, incluso cuando iba por delante en el marcador, él dominaba el juego. En esos momentos conviene ver en qué puedes mejorar pero no obsesionarse. Pienso que gracias a mantener la tranquilidad he podido darle la vuelta y estoy en la final.

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«Ahora llevo mejor las entrevistas y todo lo que tiene que ver con la previa de una final; antes me encerraba mucho más»

– Habla más como un veterano de 40 años que como un chaval de 25 años que se exige al máximo.

– Yo soy exigente, pero ahora suelo desconectar más cuando acaba un partido, aunque veo todos los partidos del campeonato al día siguiente. Cuando no me salen bien las cosas, el disgusto me dura mucho menos que antes. Cuando perdí contra Peio le di la vuelta rápido. Vas aprendiendo. Tienes que ser exigente si quieres mejorar, pero la presión te la pones tú y tú mismo tienes que saber lo que tienes que controlar. Llevo mucho mejor no solo las finales, sino el día a día.

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– Desde el final del confinamiento no ha parado ni una semana. ¿Cómo se lleva ese trote?

– Llego bien a la final y no tengo excusa. Cuando tienes ese trote no es fácil afrontar todos los campeonatos con la misma hambre, a veces el cuerpo necesita parar. En verano tuve ganas de salir un poco y no tuve opción. Pero la parte positiva es que las cosas me están saliendo bien. Ahora jugaré esta final y a la semana arranco con el Parejas.

«Mi objetivo no es romper récords, sino ser mejor pelotari cada año; creo que lo estoy consiguiendo y ese es el camino»

– ¿Dónde queda el trabajo específico para cada campeonato?

– Mi entrenador siempre me dice que hacer una preparación específica conmigo le resulta imposible. Con otros tiene fechas, sabe cuándo tienen que llegar bien. Conmigo vamos semana a semana, según las sensaciones que tenga. Preparamos los partidos semana a semana.

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– Esta semana toca final contra Unai Laso.

– Unai ha venido para quedarse. Es un pelotari hecho y que está jugando muy regular. Tiene pocos días malos. En los últimos tres partidos que ha ganado no ha hecho exhibiciones pero ha ganado bien. Sabe leer los partidos. Ha tenido días en los que si perdía se iba a la calle y lo ha asimilado bien, cosa que no es fácil.

«Laso es un pelotari agresivo pero sus errores han bajado mucho; saca bien y creo que es uno de los mejores restadores»

– ¿Cree que los enfrentamientos Altuna-Laso pueden marcar una época como lo hicieron los Olaizola II-Irujo?

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– No lo sé. En verano ha habido mucha gente en nuestros partidos. Siempre es bueno para el pelotazale que haya morbo. Yo puedo controlar lo mío. Estoy contento porque en los últimos campeonatos estoy llegando a las finales. Pienso que Unai va a jugar muchas. Ezkurdia también está a un nivel grande a lo largo de todo el año, lo mismo que Erik (Jaka), y hay más que pueden llegar. Observo un buen nivel en la pelota en general. En la época de Aimar e Irujo también había gente que entraba en finales pero no tan regularmente como ellos. Por eso digo que el mérito de Aimar no es tener 14 txapelas sino llegar a 26 finales. Puedes llegar a una final porque tienes un pico de forma terrible en un campeonato de mes y medio. Lo complicado es llegar a muchas. Es difícil que en una época coincidan dos figuras de semejante nivel. Creo que mejoraron uno con el otro. Ahora nosotros tenemos nuestra época.

– ¿Cómo tiene que jugar contra Laso?

– Es un pelotari agresivo pero sus errores han bajado mucho. Está fallando poco. Saca bien y resta muy pero que muy bien. Es uno de los mejores restadores. Por otra parte, si endureces los tantos, aguanta. Tengo que jugar muy bien y agresivo. El que domine el partido tendrá mucho ganado.

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«El mérito de Aimar no es tanto tener 14 txapelas sino llegar a 26 finales. Lo más difícil es llegar a las finales regularmente»

– Usted intermedió en el conflicto de la huelga que afectaba directamente a Unai.

– Para mí fueron los momentos más raros de los siete años que llevo como profesional. No quiero ni imaginar lo que fue para Unai. Cuando estaba fuera, solía hablar o mensajearme bastante con él. Siempre le he dicho que disfrutara cuando volviese. Solo él sabe lo que pasó estando fuera. Me alegro muchísimo por él. Espero jugar muchos partidos importantes contra él en el futuro.

– ¿Es otro pelotari más peligroso desde entonces?

– Si no hubiera estado en la calle, igual habría dado el salto antes. Le ha tocado entre los 22 y los 23 años. Las mayores figuras de la pelota han explotado con 25 o más. Hoy en día hay una prisa terrible. A Unai se le ha visto desde siempre que iba a llegar arriba. Tiene ese toque y ese brillo de pelotari grande.

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