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juan unanua y Julio Díaz de Alda
San Sebastián
Lunes, 16 de marzo 2020, 08:57
La crisis provocada por el coronavirus golpea ya a la gran industria guipuzcoana, que, ante la imposibilidad de garantizar la seguridad y la salud de sus trabajadores, ha comenzado una cascada de cierres que, presumiblemente, se extenderá a lo largo de las próximas horas. Dos de las compañías señeras del territorio como Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), Irizar -en Ormaiztegi- y Michelin han dado el primer paso, decretando paradas inmediatas de toda aquella actividad que no se puede realizar mediante teletrabajo.
La medida afecta a miles de operarios, y también a muchísimas personas que trabajan de manera indirecta para las firmas que empiezan a parar, mientras los responsables de recursos humanos se disponen a negociar con los representantes de los trabajadores las condiciones de los trabajadores en esta inédita situación. Por su parte, las empresas y los sindicatos aguardan algo más de claridad de parte del Gobierno para abordar los inevitables expedientes de regulación temporal de empleo ERTEs.
Las plantas de CAF en Beasain e Irun, donde trabajan en torno a 3.000 personas parará este lunes, el martes y el miércoles. CAF ha decidido a primera hora la parada temporal de todas las actividades que no se puedan hacer vía teletrabajo que, según explicó la empresa a DV afecta directamente a 2.000 de ellas.
Ya el viernes pasado se comunicó la prohibición de realizar viajes y reuniones y se pidió a las personas que pudieran teletrabajar que así lo hicieran. Tras el fin de semana, a la luz de la situación de alarma, y ante la evidencia de no poder asegurar las distancias mínimas entre personas y la necesaria seguridad se ha decidido parar.
Estos días, según una primera comunicación a la plantilla, las horas se tendrán que recuperar durante la vigencia del año 2020. La dirección de la empresa también ha comunicado al comité que a partir del lunes 23 de marzo se aplicará un ERTE por fuerza mayor, que ya se ha empezado a trabajar con los sindicatos.
Fuentes de LAB y de la propia CAF han explicado que ha tenido que parar la actividad porque no es posible mantener la distancia de seguridad entre los empleados, que además en muchos casos comparten herramientas. La empresa y la representación social de los trabajadores han estado de acuerdo es que las factorías se pararán los días 16, 17 y 18 -el 20 estaba previsto un puente al ser festivo el 19- y la plantilla recibirá una parte del salario correspondiente a esas jornadas, mientras que el resto se abonará después, cuando recuperen las horas perdidas, lo que se han comprometido a hacer a lo largo del año.
De prolongarse esta situación, CAF se enfrenta a un severo panorama, toda vez que sus numerosos contratos están ligados a la entrega de material en una determinada fecha. Un plazo de entrega que el Covid-19 puede poner en riesgo de manera clara.
Por su parte, Irizar ha decidido realizar una «parada técnica de la cooperativa» en su planta de Ormaiztegi (no así en la de Aduna, que a media mañana sigue abierta) desde este lunes hasta el miércoles con el fin de «gestionar la estrategias necesarias para mantener el ritmo de trabajo minimizando el riesgo de salud» para los trabajadores frente al coronavirus.
El Consejo Rector de la compañía informa de esta decisión en una comunicación interna en la que precisa que mantendrá la actividad laboral en los «servicios mínimos necesarios».
Los trabajadores de Irizar que no formen parte de los servicios mínimos deberán realizar esta parada cuyo objetivo es también analizar las condiciones actuales de mercado, de forma que se pueda atender las demandas de los clientes de manera «más efectiva».
Irizar señala en su comunicación que «las horas no trabajadas durante estos tres días serán a cuenta de la paga del complemento de la diferencia del nivel de anticipo que se paga en la primera quincena de diciembre».
La empresa guipuzcoana explica que, ante «la situación tan convulsa» generada por el COVID-19, trata de adoptar las «medidas necesarias para garantizar la mejor gestión de la cooperativa, aunque eso obligue -advierte- a tomar decisiones cambiantes en el corto plazo». Irizar emplea a 850 personas en su sede central y a 200 en Aduna, que se dedica a la fabricación de autobuses eléctricos.
El desaguisado no acaba ahí. Y es que otra empresa de referencia, como es Michelin, con plantas en Lasarte (480 personas) y Vitoria (3.400 trabajadores) ha decidido también cerrar a lo largo del día de hoy. La parada será de ocho días, y como en los casos anteriores ya se están negociando con los sindicatos las condiciones de la medida.
En realidad, Michelín ha clausurado su actividad en toda España, así como en Francia e Italia. Fuentes del fabricante de neumáticos quisieron resaltar «la responsabilidad y el comportamiento ejemplar de los trabajadores en estos momentos complicados».
Fuera de Gipuzkoa, la planta de Mercedes en Vitoria ha sido otra de las grandes empresas en Euskadi que ha tomado la determinación de paralizar su producción. Este paro tiene vigor a partir de las 14.00 horas de este lunes, después de que parte de la plantilla haya protagonizado esta mañana un plante por considerar que en la factoría no se cumplían las debidas garantías para evitar contagios por coronavirus.
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