Tapia cree que Euskadi necesita «un grupo industrial cooperativo fuerte»

Durante la presentación de la hoja de ruta del Gobierno Vasco para la reducción del vertido de residuos y las medidas para garantizar la capacidad de los vertederos, Arantxa Tapia subrayó que el Ejecutivo se muestra «respetuoso» con el proceso abierto en Orona y Ulma (que el próximo 16 de diciembre someterán a la votación de sus socios la salida de Mondragon), y apostó por que «la decisión seguro que es meditada». Sin entrar en mayor detalle, Tapia explicó que al gabinete de Iñigo Urkullu le toca «cooperar para que sigan siendo empresas fuertes en el futuro».

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La pretendida salida de la Corporación de ambas firmas (con más de 10.000 trabajadores en conjunto) está provocando un movimiento casi telúrico en el Grupo y en sus propias plantillas, donde empiezan a surgir críticas ante la falta de información ofrecida a los trabajadores para tomar una decisión de semejante calado. De hecho, está previsto que en la cooperativa de Hernani el consejo rector reciba hoy una carta firmada por más de cien socios en la que se pide sosiego y se critican las prisas en el movimiento separatista.

Por su parte, la Corporación lanzó ayer un mensaje de calma y fortaleza ante el desafío, y planteó a los socios de ambas empresas que la salida no beneficia a nadie y que «el futuro será mejor dentro de Mondragon». Al tiempo, Iñigo Ucín se mostró dispuesto a dialogar para que Ulma y Orona vean su futuro en el seno del conglomerado de Arrasate.