Rosquillas fritas de Martín Berasategui JOSÉ LUIS LÓPEZ DE ZUBIRÍA / ARCHIVO
RECETAS

Receta de rosquillas fritas de Martín Berasategui

Lunes, 9 de marzo 2020

Ingredientes:

  • 6 huevos

  • 300 g de azúcar (para la masa)

  • 2 sobres y medio de levadura en polvo

  • Medio vaso de zumo (de 1 limón, y el resto, hasta completar la medida, de naranja)

  • 20 g de anís molido

  • Medio vaso (de los de agua) de anís

  • Medio vaso de aceite de oliva

  • Ralladura de la piel de 2 limones y media naranja

  • 1,3 kg de harina

  • Además

  • Aceite de oliva para freírlas

  • 500 g de azúcar (para rebozarlas)

Elaboración

  1. 1

    Separar las yemas de las claras.Batir las claras con la batidora hasta que estén muy espumosas, casi a punto de nieve.

  2. 2

    Entonces, añadir las yemas y batir.

  3. 3

    Agregar el azúcar, la levadura, el zumo, el anís molido, el anís, el aceite de girasol y la ralladura, sin dejar de batir.

  4. 4

    Incorporar, por último, la harina, de a pocos. NOTA: Se sabe que ya está cuando con las manos enharinadas se pueden hacer bolas, se trabajan bien y no se pegan.

  5. 5

    En ese momento, con las manos, hacer pellizcos a la masa, formar bolas y colocarlas sobre la superficie enharinada.

  6. 6

    Con una cierta habilidad (hay que ser rápido), montar una sobre otra –para hacerlas dobles– y aplastarlas un poco para que se peguen.

  7. 7

    Así, con toda la masa.

  8. 8

    Meter el dedo en el centro de cada bola formada y aplastada, e introducir la rosquilla en el aceite caliente.

  9. 9

    Se hunden en el aceite caliente, pero rápidamente salen a la superficie.

  10. 10

    Ahí entra en funcionamiento el palito (o similar: el mango de un cubierto de palo).

  11. 11

    Se mete en el agujerito del centro y se hace girar la rosquilla sobre sí misma (si no, el agujero tiende a cerrarse y queda una especie de buñuelo).

  12. 12

    Con una espumadera: vuelta, vuelta y otra vuelta, hasta que se doren.* Escurrir las últimas del aceite caliente.

  13. 13

    Las podemos dejar naturales –rosquillas tontas– o rebozarlas en azúcar –rosquillas listas–.

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