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El grueso de la plantilla de los bomberos que pertenecen al cuerpo de la Diputación de Gipuzkoa están afrontando durante este 2025 su primera ... formación en intervenciones de rescate, prevención y extinción de incendios en vehículos eléctricos. Antes ya lo hicieron los once oficiales y dieciocho sargentos del cuerpo, pero ante la necesidad de seguir actualizándose en nuevos riesgos que aparecen en la sociedad y el aumento del parque de vehículos híbridos y eléctricos en nuestras carreteras, resulta imprescindible que todos los profesionales conozcan las técnicas más recientes para extinguir el fuego que se crea en este tipo de vehículos, compuestos por baterías de litio y que exigen un tratamiento de mucha mayor atención. Dicha formación se realiza en Zaragoza, donde se encuentra un centro de referencia en la materia, que se complementa con actividad en otros lugares junto a profesionales de otros territorios.
Josu Idigoras, director de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Diputación de Gipuzkoa, explica que «el plan de formación es bianual y en 2024 el área técnica, es decir, los oficiales y los sargentos, fueron los primeros en formarse» en la capital aragonesa al ser los bomberos que lideran y coordinan las actuaciones. «El sargento es el primero que llega y por eso se decidió primero empezar por donde hay que empezar. Son los que van a enseñar al resto y los que tienen el mando operativo. La formación está dirigida tanto a los fuegos en vehículos de gas o eléctricos como al salvamento, que lamentablemente no se pudo realizar el lunes» en el accidente de tráfico de Zumarraga que se cobró la vida de un vecino de Urretxu.
Los diversos cuerpos de bomberos e instituciones consultadas por este periódico el martes señalaron que no existe un protocolo oficial para incendios de coches eléctricos, aunque la Diputación de Gipuzkoa matizó ayer que sí cuenta con un «procedimiento» desde 2019 y que ha sido actualizado este febrero para este tipo de casos recogidos en la gestión y mando operativo del servicio de bomberos de Gipuzkoa. «Cuando se implantó se preveía que cuando hubiese un incendio de vehículos eléctricos –reciben la categoría de 'Vehículo I'– el aviso fuera de nivel 1», cuando el que corresponde a vehículos de combustión, los tradicionales, es normalmente de nivel 0. El más alto es el nivel 4, y la última vez que se activó en Gipuzkoa fue en el incendio forestal de Bera, en el que se quemaron 1.800 hectáreas.
La modificación recogida en el «procedimiento» establece que deben salir del parque de bomberos dos vehículos pesados en vez de uno, aunque como sucedió el lunes también partieron las mismas unidades de un segundo parque en modo de apoyo porque en un inicio se vio que «el fuego era grande y se decidió activar el nivel 2», aunque posteriormente no fue necesaria su intervención y regresaron. Una vez en el lugar, son diversas las técnicas que existen para atajar el fuego, que depende mucho de su intensidad o del lugar en el que se encuentra.
Si sucede en un aparcamiento subterráneo, por ejemplo, cada parque cuenta con al menos una manta que es capaz de cubrir el vehículo afectado. «Si es un sitio cerrado, la manta tiene más razón de ser, porque no es un medio de extinción como tal pero sí evita la expansión del fuego y lo neutraliza en ese foco». Además, en ese escenario también cuentan con una herramienta llamada explosímetro, que son «medidores de gases para, por ejemplo, si es en un sitio cerrado se pueda evacuar a la gente». Esas emisiones siempre se tienen en cuenta. En el caso de los aparcamientos también entraría en juego el protocolo químico, aunque en la actuación del lunes también se pudo ver a los bomberos con máscaras especiales para ello.
El objetivo primordial es enfriar la batería. «Lo que necesitan las baterías de los coches eléctricos es agua para enfriar las baterías, porque no tienen accesibilidad. No puedes acceder directamente a ellas». Una de las técnicas es la utilizada esta semana y que ha llamado mucho la atención. Consiste en sumergir el coche en un contenedor con agua. Preguntado por ello, Idigoras expresa que «es una de las opciones contempladas, aunque en muchos casos no se va a demostrar muy efectivo porque si por ejemplo sucede en un camión, no vas a poder tener un contenedor del tamaño de un camión. En esos casos habría que enfriarlo con agua».
Hubo dificultades para dar con un contenedor idóneo, uno estanco, y es que entre el equipamiento de los cuerpos guipuzcoanos para hacer frente a estos fuegos no está el de un contenedor específico para ello. «Es SOS Deiak el que suministra el contenedor», explica Idigoras.
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