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Uno coche tras la lluvia de barro en Lasarte-Oria. lobo altuna
Suciedad por la calima: consejos para lavar el coche

Cómo lavar el coche tras la calima: cuidado con los cepillos para no rayar la carrocería

El polvo, la arena y el barro también puede afectar a la vida útil de los filtros de los vehículos

a.u.

Miércoles, 16 de marzo 2022, 15:10

La masa de polvo sahariano que llegó el martes a Euskadi ha empeorado de forma notable la calidad del aire y ha cubierto de arena rojiza suelos, tejados y demás superficies. La lluvia de barro ha caído sobre cientos de coches aparcados en la calle y ahora toca lavarlos. No hay que olvidar que un coche sucio es menos visible, los cristales cubiertos dificultan que el conductor vea bien, y los faros iluminan menos.

Pero antes de entrar en faena hay que seguir unos consejos, sobre todo para evitar rayar la carrocería. De entrada, los expertos recomiendan no dejar estas partículas areniscas sobre los vehículos demasiado tiempo, con el fin de evitar que se adhieran y sea más difícil retirarlas. Es decir, lavar cuanto antes los coches tras este episodio de calima. Una vez manos a la obra, el portavoz del Real Automóvil Club Vasco Navarro, Mario García, aconseja evitar los cepillos. «Son micropiedras y si pasas un cepillo, incluso si la carrocería está húmeda, puedes rayar el vehículo», advierte.

Lo mejor sería retirar previamente las párticulas de arena con una pistola de aire, «aunque no todo el mundo tiene acceso a ella». Otra forma más sencilla es retirar la capa de polvo rojizo «similar a la de los vehículos que participan en el Dakar», directamente con agua. Una manguera puede ser un buen aliado para retirar la mayor parte de la capa. «y que arrastre esas micropiedras».

Hay que tener cuidado con los limpiaparabrisas y no accionarlos «nunca» si previamente no se ha retirado la capa de arena. «Los 'limpias' tienen que actuar sobre mojado, están pensado para retirar agua. Dar de primeras a los limpiaparabrisas es un error, en este y otros casos, y hay riesgo de que se degraden», recuerda García.

Una vez eliminado el grueso de barro y polvo, la carrocería se puede limpiar a mano con esponjas o bayetas de microfibra. Para limpiar las llantas hará falta algún cepillo.

En caso de quienes opten por un túnel de lavado, se aconseja eliminar la capa más profunda con una pistola a presión.

Tras limpiar todo el polvo, quienes tienen la costumbre de que su coche luzca impoluto tienen la opción de proteger la carrocería con una capa de cera.

Pero la lluvia de barro no solo afecta al aspecto estético. García recuerda que el polvo en suspensión puede afectar a otro componente del vehículo: los filtros. La cantidad de barro puede ensuciarlos y reducir la vida útil tanto del filtro del motor como el que se ocupa de tamizar el aire que llega al habitáculo en el que viajan el conductor y los pasajeros.

«La suciedad en el filtro que va al motor puede incluso aumentar el consumo de carburante»-

mario garcía | portavoz del RACVN

El portavoz del RACVN recuerda que para que el coche funcione «necesita aire en combustión, y ese aire lo coge de la atmósfera y lo pasa por el filtro que va directamente al motor». En situaciones atmosféricas como la actual ese filtro puede ensuciarse «por lo que al aire va a tener más dificultad para llegar al motor, lo que puede derivar en que funcione de forma incorrecta y probablemente aumente el consumo de carburante».

En el caso del filtro antipolen o de habitáculo, está relacionado con la climatización y también en este caso, en función de su estado previo y la cantidad de suciedad, puede que el paso del flujo de aire se vea dificultado.

García no considera que sea necesario cambiar los filtros tras este episodio de calima, «pero no está de más de echarle un vistazo. En algunos casos con un pistoletazo de aire a presión se podrán limpiar en gran medida, y en otros puede darse un deterioro precipitado o que haya que cambiarlos, como se hace en las revisiones del aceite».

Otro aspecto en el que incide es en el vierteaguas, «que está entre el cristal y el capó». Este canal sirve para canalizar el agua hacia la parte inferior de los flancos del vehículo. «También se puede revisar el vierteaguas, aunque tampoco se suele hacer en otoño, cuando caen hojas y polen de los árboles».

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