Dos mesas de coordinación para el G-7 en poco más de diez kilómetros de distancia

Beltrán de Heredia, acompañada del viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga; y del jefe de la Ertzaintza, Josu Bujando, ha explicado que el seguimiento de las incidencias de tráfico y la movilización de los servicios de emergencia y protección civil «si fuera necesario» se realizarán desde el centro de control y gestión de tráfico y desde el centro de coordinación de emergencias de Euskadi Sos-Deiak en Txurdinaga. Ambos trabajarán de manera conjunta para «reducir» al máximo los inconvenientes que pueda traer consigo la celebración del G-7 este fin de semana en Biarritz.

Además de la campaña de información en las carreteras, que se lleva haciendo desde hace varias semanas, se ha reforzado la atención a las personas usuarias a través del teléfono 011 operativo las 24 horas del día. Si bien los coches sufrirán afecciones, los «más perjudicados» por la cumbre son los transportistas, que tendrán prohibida la circulación desde las seis de la mañana del sábado hasta las seis de la tarde del lunes.

Con el centro puesto en marcha en Oiartzun se busca «garantizar la seguridad pública y la seguridad vial de todas aquellas personas que participen o puedan verse afectadas en el transcurso de las actividades programadas en torno al G-7». La consejera de Seguridad ha explicado que un total de 4.000 agentes de la Ertzaintza estarán activos. También ha precisado que el operativo tendrá monitorizados lugares destacados, como pueden ser la frontera o Ficoba, para tener «información a tiempo real» y ha insistido en que se ha realizado un especial trabajo de coordinación para que «el impacto en la ciudadanía sea el menor posible».

No obstante, Estefanía Beltrán de Heredia ha admitido que se van a producir «molestias y situaciones incómodas» ya que, según ha recordado, en las operaciones retorno habituales de verano «ya se dan en ocasiones 13 ó 14 kilómetros de cola», situación que se puede ver agravada. «No vamos a poder evitar todas las afecciones al cien por cien», ha reconocido.

Preguntada por un posible cierre de la frontera, ha asegurado, como ya adelantó el viceconsejero Jesús María Zubiaga en una entrevista a DV, que «en principio no está previsto» aunque «no se puede descartar». En ese sentido, ha asegurado que ello «generaría un problema importante en caso de que fuera de larga duración».

Tras señalar que se han previsto «todos los escenarios» y que, en función de los mismos, se ha realizado una planificación coordinada entre los diferentes entidades implicadas en el operativo y poder dar «una respuesta ágil», la titular vasca de Seguridad ha confiado en que tanto la cumbre del G-7 como la «contracumbre» de Irun y Hendaia y la manifestación convocada para el sábado «transcurran con normalidad, sin mayores incidentes».

Por su parte, el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, presidirá este jueves la constitución del Centro de Coordinación Operativo (CECOR) en la sede de la Subdelegación del Gobierno de Gipuzkoa, en San Sebastián, con motivo de la Cumbre del G7. En esta reunión participarán también la secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, y los delegados del Gobierno en el País Vasco y Navarra, Jesús Loza y José Luis Arasti, respectivamente.

También estarán el viceconsejero de Seguridad del Gobierno Vasco, Josu Zubiaga, el subdelegado del Gobierno en Guipúzcoa, Guillermo Echenique, responsables de la DGT y altos mandos de Policía Nacional, Guardia Civil, Ertzaintza, Policía Foral de Navarra y Policía Local, entre otros.

Posteriormente, Grande-Marlaska visitará el control de seguridad de la Policía Nacional en el Puente de Behobia, en Irun, tras lo que el ministro del Interior en funciones se desplazará hasta el embarcadero de Hondarribia para conocer el dispositivo de seguridad de la Guardia Civil y hará un breve recorrido a bordo de una patrullera del instituto armado.