El RACVN augura que las zonas de bajas emisiones «tienen los días contados» tras su posible adiós en Francia

El presidente del Real Automóvil Club Vasco Navarro (RACVN), Pedro Martínez de Artola, y su director gerente, Eduardo Martínez, se felicitaron ayer de que una comisión del legislativo galo aprobara la semana pasada abolir las ZBE en el país, argumentando principalmente que son una medida «clasista que perjudica especialmente a los hogares con ingresos más bajos», que no pueden adquirir vehículos nuevos menos contaminantes.

Esa «discriminación» es uno de los tres puntos que alega el RACVN en sus recursos judiciales contra las ZBE de Donostia y Bilbao, junto con la «falta de proporcionalidad» de la medida y el «ataque a un derecho fundamental como la libertad de movilidad».

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Por ello llamaron a los ayuntamientos de ambas ciudades, así como a los de otras como Irun que están diseñando sus propias ZBE a que «utilicen el sentido común», den «marcha atrás» a estos proyectos y «no engañen a la población», pues la Unión Europea «no obliga a poner ZBE, solo a tomar medidas contra la contaminación». «Si lo que quieren es cerrar el centro a los coches por otras razones que lo digan, pero que no engañen», insistieron.