Esta vez no fue un empate más, sino que deja un muy buen sabor de boca. El equipo de Imanol, con las rotaciones necesarias, dio la cara en el encuentro más exigente de la temporada ante un Villarreal que tiene dos equipos de un nivel ... altísimo, y sumó un punto de oro. Y lo hizo, además, después de encontrarse con un gol de los de Emery en el minuto 6. Enorme mérito el de los blanquiazules, que una semana más siguen líderes en solitario, aunque ya sé que hay varios equipos con menos partidos.

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Fue un encuentro con dos partes muy distintas y en ambas los realistas tuvieron el enorme mérito de adaptarse a las circunstancias del mismo. Hasta antes del descanso fueron mejores que el Villarreal, con hasta tres claras oportunidades de gol. Luego, cuando el cansancio fue pasando factura, hubo que trabajar fuerte en defensa. Y lo hicieron hasta la extenuación, incluso con sangre y cinco grapas en la ceja, como es el caso de Merino.

Por eso digo que el empate, lejos de ser un tropiezo, como ya oí a algún catedrático de la capital por la noche, es un paso más en la fenomenal racha de nuestra Real. No es fácil lograr siete victorias seguidas en la Liga. Por algo nunca lo hemos conseguido. Y no es fácil jugar con hasta diez canteranos contra un Villarreal construido a golpe de talonario, y que llegaba con su equipo titular muchísimo más descansando que el nuestro.

LAS CLAVES

  • Lo mejor: La Real se rehizo al gol en contra inicial para superar al Villarreal hasta que el cansancio hizo mella

  • Lo peor: En algún momento de la segunda parte los de Imanol recularon más de lo debido, pero aguantaron

  • A destacar: Hasta diez jugadores de la cantera jugaron ayer frente a un Villarreal hecho a golpe de talonario

El equipo, a pesar de los seis cambios que introdujo Imanol, funcionó de maravilla hasta el descanso, con llegadas de mérito. Los dos penaltis fueron indiscutibles, aunque esta vez la Real tuvo suerte, porque el saque de esquina en el que llegó la clara falta de Pau a Le Normand, no lo era. Pero esto no deja de ser una anécdota, porque el penalti llegó en otra jugada.

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Luego, al igual que el jueves pasado, hubo que sufrir y la Real lo hizo bien. Aunque en algún momento reculó demasiado, lo cierto es que el Villarreal no tuvo más ocasión de gol en todo el partido que el penalti. En total, remató dos veces entre los tres palos, por cuatro la Real, pero en todo caso creo que el empate entre dos de los tres mejores equipos de lo que va de temporada –los que van precisamente en los tres primeros puestos– fue lo más justo. Y ojo. Paso a paso la Real va haciendo su camino en la clasificación. Por encima de que sea primera, lo importante es la brecha que va haciendo con los demás. Porque, con partidos pendientes o no, lo cierto es que el equipo de Imanol lleva ocho puntos de ventaja al primer equipo que no entra en Champions y nada menos que diez al primero que se queda fuera de Europa. Y eso, con respecto a la clasificación, es lo más importante.

Seguir creciendo

Otro aspecto positivo es que el partido de ayer sirvió a jugadores como Aihen, Barrene y Roberto López seguir creciendo y progresando. Y lo hicieron dando la talla, jugando en el equipo líder de la Liga, y sumando un punto de oro en el encuentro más complicado de los once ya disputados.

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Son nada menos que 24 puntos en once partidos antes de afrontar otra semana de aúpa. Primero el Rijeka el jueves en el Reale y luego el Alavés en Mendizorrotza. Nos esperan muchas semanas de estas hasta marzo, pero si son así es porque conseguimos lo que queríamos, jugar en Europa. La plantilla, como se ve, responde a la perfección y, por encima de aciertos y desaciertos, la intensidad de todos es digna de elogio. Ayer era obligado rotar y lo volverá a ser de aquí a navidades, cuando en esta ocasión, lejos de descansar, seguirán los dos partidos por semana.

A por el Rijeka.

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