La Real Sociedad propone un nuevo recorrido para los recibimientos a la plantilla

Todo lo que ocurre en el verde es fundamental y es potestad del club, pero antes de entrar al Reale Arena también suceden hechos en los que la Real pone el foco y trata de hacer todo lo posible para no influir en la vida cotidiana de los vecinos de Amara. La Real va a proponer al ayuntamiento de Donostia y a la Ertzaintza un nuevo recorrido para los recibimientos al autobús en las grandes citas como pueden ser las dos semifinales de Copa ante Mirandés y Mallorca. La Real quiere que ese momento sea una fiesta para todos y para ello va a proponer que el autocar del equipo baje por Hospitales y comience a dar una vuelta al estadio por el lado del bar Xanti hasta entrar por la rampa principal del estadio, el lugar habitual hasta ahora. La novedad principal es que el autobús, y por lo tanto el importante grupo de aficionados que se suele amontonar en las calles, no tenga que pasar ni por el Paseo de Errondo ni por la Avenida de Madrid. Esta propuesta, en todo caso, debe ser aceptada tanto por la Ertzaintza como por el ayuntamiento, toda vez que todo lo que ocurre fuera del Reale Arena el club no tiene competencias como para tomar sus propias decisiones.

En la Real son conscientes de que los jugadores están encantados con este tipo de recibimientos por parte de la afición, pero también es cierto que en varias ocasiones ha habido «bastante tensión» con la llegada del autobús. Las reuniones con los vecinos son habituales y la propia asociación de vecinos de Amara ha mostrado su malestar al club, que trata por todos los medios que este tipo de hechos no ocurran.

Del mismo modo, la Real también trabaja para que la puerta 13 tenga su propio bar –lo que se conoce como el espacio Keler– para que el gentío de aficionados no se aglomere en la medida de lo posible en el barrio de Amara.

Una vez se acerca la hora del partido, la Real realiza todo tipo de medidas con las aficiones visitantes, especialmente en los partidos europeos. La última afición que visitó Anoeta fue la del Ajax y lo cierto es que los hinchas neerlandeses tuvieron un comportamiento ejemplar casi en su totalidad. Todos los aficionados holandeses tuvieron que pasar a las puertas del estadio varios cordones de seguridad con chequeos importantes en los que se tiene controlado cada aficionado que accede al estadio.

Jokin Aperribay reconoció ayer que ocho ultras del Ajax con entrada se quedaron sin entrar al Reale Arena por incumplimiento de diferentes normas. Hasta cuatro perros especialistas en drogas y pirotecnia estuvieron presentes en la previa del partido para incautar todo tipo de material a los ultras del Ajax. El resultado es que ocho ultras con entrada ni siquiera accedieron al recinto.

En cuanto a lo que sucede dentro la Real también ha tomado medidas importantes para que no suceda lo que ocurrió con los ultras del Anderlecht que lanzaron asientos y otros objetos a la grada familiar. En el encuentro ante el Ajax, por ejemplo, quedaron inhabilitadas las dos primeras filas de la zona visitante para colocar allí miembros de seguridad. También se han reforzado las medidas en la zona visitante donde están ubicados los aficionados más radicales. Cada equipo que visita Anoeta intercambia información con la Real para colocar ahí a los más conflictivos.

En esa zona, de unos 500 asientos, hay instaurada una valla de ocho metros que a su vez también tiene una red que hace de techo para que no se lancen objetos al campo. La videovigilancia instalada en el estadio también ha permitido identificar a todo aquel aficionado rival que no cumple las normas como ocurrió los días de Benfica, PSG y Anderlecht. La Real continuará trabajando para que las aficiones visitantes que recalen en Anoeta no generen más conflictos.