Cita con la 'fiesta apocalíptica' de Rammstein

La cita de este miércoles tiene la fuerza del espectáculo de Rammstein, pero vista desde Donostia cobra el interés añadido de recuperar el estadio para los conciertos ocho después del último, ofrecido por Bruce Springsteen en 2016. En pleno debate sobre la pérdida de fuerza de San Sebastián como capital musical, la presencia de Rammstein es un chute de autoestima.

La banda alemana liderada por Till Lindemann es uno de los estandartes del llamado metal industrial. Sus conciertos son legendarios, y movilizan a sus seguidores por todo el mundo. Ahora celebran sus treinta años como grupo en la gira 'Rammstein Europe Stadium Tour'. Y suben el listón del espectáculo hasta el punto de que en los foros musicales internacionales se asegura que es el mayor show de la música en vivo ahora mismo.

Todas las cifras del montaje son espectaculares: un escenario de 27 metros de altura, enormes pantallas led, torres de sonido y una pirotecnia que se desata al principio del show, con la bengala que el solista lanza en una ballesta, al estilo del arquero de Barcelona 92, y se mantiene en las dos horas de actuación. En el Ayuntamiento donostiarra se confirma que está todo en orden y que una dotación de bomberos estará en el estadio «como siempre que hay un espectáculo pirotécnico». Cerca de cien camiones se han usado para el transporte y unas 500 personas trabajan en el montaje.

De los 37.000 espectadores que llenarán el estadio más de la mitad procede de fuera del País Vasco. Muchos llegan de países lejanos, convocados por los grupos de seguidores organizados en las redes sociales. En los hoteles confirman que se nota «la ola Rammstein». Ayer hubo 'quedadas' de seguidores en diferentes puntos de Donostia como la Plaza de Gipuzkoa, y el bar Chopper de Amara, junto al estadio, será hoy punto de encuentro. Abre a las once de la mañana, antes que otros días.

Aún quedan localidades disponibles, entre otras cosas porque una vez finalizado el montaje se ha comprobado que hay posibilidad de admitir más público en la zona de pista. Las entradas cuestan entre 62 y 150 euros.

El estadio abrirá sus puertas a las 18.00 para que el público se vaya acomodando en una tarde-noche que se espera de buen tiempo, en torno a los 20 grados. La primera música sonará a las 20.45 con las teloneras, las francesas Abélard (no están confirmadas oficialmente, pero son las que acompañan toda la gira y están en Donostia, según sus redes). Y a las 21.45 se prevé el inicio de Rammstein, con un espectáculo que durará unas dos horas y cuarto.

Una larga veintena de temas está formando parte del repertorio de la gira, con los grandes éxitos del grupo ('Du hast', 'Sonne', 'Deutschland', 'Ich will', 'Pussy', con pocos cortes de su octavo y último álbum, 'Zeit' (Universal, 2022), como la propia 'Zeit' y la última canción que suele sonar, 'Adieu'.

El anterior concierto de Rammstein en la presente gira fue en Atenas el jueves pasado, y desde allí se desplazaron a Donostia, donde han estado haciendo turismo estos días. La costa guipuzcoana ha sido uno de los lugares visitados por los alemanes, que 'conviven' con la pasión de sus seguidores: en los grupos de fans se contó que están alojados en un céntrico hotel y estos días los seguidores de 'chupas de cuero' merodean por sus alrededores.

Desde el Ayuntamiento se insiste en el uso del transporte público para evitar problemas, y más con el entorno de Anoeta envuelto en obras. Dbus anuncia que de 17.00 a 21.00 habrá un servicio especial de autobuses entre la Policlínica y Anoeta para acceder al estadio desde los parkings disuasorios con paradas en Illunbe, Hospitales y Policlínica. Las líneas que vienen desde los diferentes barrios también refuerzan sus frecuencias. Tras la finalización, desde la Avenida de Madrid y Paseo de Errondo, habrá más servicios. Euskotren ofrecerá servicio de trenes tras la conclusión del concierto en la línea E2 Lasarte Oria - Hendaia.

El aparcamiento disuasorio de Illunbe es la principal opción que ofrece el Ayuntamiento de Donostia para los asistentes al concierto. Es gratuito y además del parking principal también tiene plazas de estacionamiento durante los dos kilómetros de recorrido hasta el paseo Miramon. Nuevas señales colocadas ayer en Amara y la zona de Hospitales redirigen hacia ahí el tráfico para los asistentes. Otra opción es en Loiola, al lado de la estación de la misma línea de Euskotren y a una parada de distancia de Anoeta. Y queda la opción de los aparcamientos de pago. Los más cercanos son los de Arcco y la plaza de Pío XII.

La banda metalera alemana ya visitó Donostia el 15 de diciembre de 2001, cuando actuó en una plaza de Illunbe abarrotada por 12.000 espectadores, y tres años después –el 12 de noviembre de 2004– volvió a colgar el cartel de 'sold out', esta vez en el Velódromo de Anoeta. Lo mismo puede decirse de sus visitas a Bizkaia, territorio en el que ha actuado tanto en el BEC como en el BBK, con «llenazo» de público en las dos ocasiones. Protagonistas y público están conjurados para que 'la fiesta apocalíptica' de hoy supere los antecedentes.