¿Tiene cafeína el café descafeinado? Descubre sus beneficios y propiedades

El café es una de las bebidas más populares en el mundo. Esta infusión procedente del grano de la planta de café tardó en ser descubierta. Originaria de los bosques altos de Etiopía, los primeros escritos que hacen referencia al consumo de café tal y como lo conocemos sitúan este hecho en el siglo XV, cuando los sufíes, en Yemen, se beneficiaban de su efecto estimulante para mantenerse despiertos durante la oración. Posteriormente se expandió a Arabia y para principios del siglo XV ya proliferaban los cafés en ciudades como El Cairo o La Meca.

Fueron los mercaderes venecianos los primeros en introducir el café en Europa y no cabe duda de que esta infusión echó raíces en el Viejo Continente hasta el punto de que hoy en día es una de las bebidas más consumidas en nuestro entorno.

Hay quien lo toma con moderación y quien hace un uso abusivo de él. El café afecta de manera desigual a las personas. Hay quien apenas nota el efecto de la cafeína y a quien tomar una sola dosis le provoca efectos negativos, como la ansiedad, la aceleración del ritmo cardíaco o hace que le tiemblen las manos.

Es por esto que desde hace varias décadas se ha extendido la creación y consumo del café descafeinado. Pero, ¿es verdaderamente descafeinado el café descafeinado? ¿Logran eliminar el 100% de la cafeína? ¿A través de qué métodos se extrae?

La respuesta a la primera pregunta no admite discusión: sí. El café descafeinado siempre tiene algo de cafeína. La norma dicta que para que un café sea considerado descafeinado debe haber sido despojado del 97% de su cafeína, pero ese porcentaje nunca es igual a cero.

Hay varios métodos para eliminar la cafeína, pero todos se basan en humedecer el grano para despojarle de la cafeína. Con el paso de los años se han ido empleando diferentes componentes químicos para quitarle al grano la cafeína. A principios del siglo XX se empleaba benceno, pero hoy en día no se recomienda esta técnica por los efectos perniciosos de este componente.

Cualquier café denominado descafeinado que te puedas encontrar en el mercado tiene menos de un 3% de la cafeína original ya que el proceso de descafeinización elimina entre el 94% y el 98% de la cafeína presente en los granos de café, lo que significa que una taza de café descafeinado contiene una cantidad muy pequeña de cafeína. Por tanto, es un café prácticamente inocuo para cualquier persona y se podrá disfrutar de su sabor sin notar los efectos estimulantes de un café normal. Es importante tener en cuenta que, aunque el café descafeinado contiene una cantidad significativamente menor de cafeína que el café regular, todavía puede contener trazas de cafeína. Por lo tanto, las personas que son extremadamente sensibles a la cafeína deben ser conscientes de esto y moderar su consumo de café descafeinado en consecuencia.

Las empresas cafeteras suelen aprovechar la cafeína y la venden a empresas de bebidas y otros alimentos que portan este compuesto. Durante el proceso de descafeinización, la cafeína se extrae de los granos de café. La mayoría de las veces, la cafeína extraída se vende a empresas que la utilizan en la producción de bebidas energéticas, refrescos y otros productos que contienen cafeína.

La cafeína extraída del café descafeinado se puede purificar y vender a diferentes industrias. Algunas empresas de alimentos y bebidas utilizan la cafeína como un ingrediente en bebidas energéticas, refrescos y suplementos dietéticos. También se puede utilizar en productos farmacéuticos y cosméticos, como analgésicos, cremas y lociones.

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