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Sábado, 16 de abril 2022
Si pensamos en la gastronomía japonesa, difícilmente se nos vendrá a la mente algún plato enmarcado en la repostería o en la pastelería. A no ser que, por influencia de Doraemón, nos vengan a la mente los dorayaki, el dulce favorito por excelencia del popular gato cósmico.
Muchos los visualizamos, pero, ¿sabemos qué son los dorayakis realmente? La mejor forma de explicarlo es comparando los dorayaki con los pancakes o tortitas, pero lo cierto es que no son lo mismo pues la masa tiene grandes diferencias de textura y sabor y, además, porque se sirven en formato sándwich, rellenos de anko.
Yendo por partes, nos detenemos en la masa para remontarnos a su origen. Y es que este dulce japonés proviene, ni más ni menos, que de un bizcocho portugués (denominado castella o kasutera) que llegó al país nipón en el siglo XVI y que actualmente inunda los puestos de 'street food'. Elaborado a base de harina, huevo, agua, azúcar y miel, poco tiene que ver con los pancakes -salvo en su forma circular-, en cuanto a que los dorayaki destacan por su esponjosidad y por un sabor suave y equilibrado.
Y si seguimos avanzando, nos detenemos en el relleno, denominado anko, que consiste en una pasta dulce de judías de la variedad azuki. Muy popular en Japón, dicho relleno podremos elaborarlo o adquirirlo en tiendas especializadas. Sin embargo, los dorayaki son una receta muy versionada y precisamente en el relleno admite muchas variantes, siendo habitual encontrarlos de chocolate, diversas confituras de frutas o cremas.
Quien sepa preparar tortitas o pancakes sabrá preparar los dorayaki, pues no hay mayor misterio. Lo que sí tienen de particular y beneficioso los dorayaki es que presumen de tener una buena conservación, lo que, una vez envueltos en plástico, los convierte en un alimento ideal para transportar, ya sea como merienda o para algún viaje.
Harina
Huevo
Agua
Azúcar
Miel
1 huevo por cada 100 g de harina
Batir los ingredientes (1 huevo por cada 100 g de harina, agua, azúcar y miel)
Dejar reposar en frío durante una media hora para después
Sobre una sartén antiadherente y engrasada con mantequilla fundida, servir en círculos con ayuda de una cuchara.
Cuando la masa comience a 'burbujear', darle la vuelta con cuidado con una espátula y una vez dorado por ambos lados, retirar.
Conviene dejar templar la masa antes de untarla, un proceso para el que no hay mayor técnica que la que empleamos al hacer un sándwich.
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