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Después de casi nueve meses tras la salida de José Ignacio Munilla a la diócesis de Orihuela-Alicante, Donostia ya tiene nuevo obispo. El claretiano Fernando Prado ... Ayuso (Bilbao, 1969) coge el relevo en la Diócesis donostiarra, un cargo que asume con «cierto vértigo», según expresó ayer en el acto oficial celebrado en el claustro del Seminario de San Sebastián, tras el nombramiento realizado por el papa Francisco al mediodía a través del boletín del Vaticano.
Se cierra así un periodo de interinidad que se ha alargado más de lo previsto, con Francisco Pérez como administrador apostólico desde el pasado 12 de febrero, y se abre un nuevo ciclo en el que el nuevo prelado llamó a «trabajar entre todos. Con vosotros tengo que hacer el camino y no haré nada sin vosotros. Todo lo que queramos hacer en la Iglesia lo tenemos que hacer juntos», insistió, al tiempo que dijo sentirse «muy limitado y pequeño ante esta importante responsabilidad que se me ha encomendado». Su nombramiento fue ayer bien acogido por la Iglesia guipuzcoana, en contraste con la controversia que despertó la llegada de Munilla en 2010. De hecho, el mensaje de unidad que lanzó en su primera intervención ante los medios el nuevo obispo fue interpretado como un saludo a ese cambio dentro de la Diócesis donostiarra.
Prado, persona cercana al papa Francisco, estuvo acompañado por el que fuera arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Francisco Pérez, y el vicario general, Juan Mari Olaetxea, quienes le dedicaron una cálida bienvenida. «Nos han enviado al padre Fernando, ya monseñor. Gracias por ese sí, esperamos que sigas con esa buena disposición, estamos muy contentos», expresó Pérez con un sentido abrazo.
Más sobre el nombramiento
Antes de dar paso al nuevo obispo, el vicario general esbozó la trayectoria de Fernando Prado, nacido en Bilbao el 28 de agosto de 1969, que ingresó en la congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María (Misioneros Claretianos) con 23 años. Fue profesor en el colegio Mariaren Bihotza del barrio de Gros y fue ordenado sacerdote en Donostia en el año 2000. Una diócesis de la que guarda recuerdos «fantásticos». Ahora vuelve a los orígenes, pero lo hace como nuevo obispo, un cargo para el que «no me he preparado nunca. Nadie me ha enseñado a ser obispo y me falta mucha práctica. Acabo de llegar, pido paciencia conmigo. Ya habrá tiempo de contestar a otras preguntas más profundas», se adelantó Prado, cuyo teléfono no paró de vibrar en toda la mañana, según confesó. «Estoy un poco abrumado», dijo. Encabezaba las quinielas que se barajan en medios religiosos a la hora de sustituir a Munilla, al que se sumaron los de los jesuitas Juan Miguel Arregui y Juan José Etxeberria, junto con el del navarro Mikel Garciandia, capellán de San Miguel de Aralar. Finalmente, el Papa ha optado por nombrar al candidato que tenía en mente desde un principio.
El nuevo obispo de San Sebastián se dirigió ayer a los asistentes mediante la lectura de una carta que comenzó a pronunciar en euskera y en la que quiso trasladar el «calor y cercanía» a sus fieles en Donostia, así como el reto que asume. «Me siento muy limitado y pequeño ante esta importante responsabilidad que se me encomienda, pero me pongo con absoluta confianza en las manos de Dios, que buscará la forma de hacer su camino. Confío también en vosotros, en vuestra ayuda y colaboración comprometida», manifestó.
Tras recordar sus primeros pasos sacerdotales, Prado se refirió al Concilio Vaticano II, del que se celebra el 60 aniversario de su apertura, como «la brújula que nos invita a navegar en esa dirección. La misión de dar a conocer a todos el amor de Dios es y será siempre nuestra razón de ser». En este sentido expuso el primer desafío como Iglesia, «el de la transmisión de la fe y la evangelización entendida de muchas maneras, no sólo una evangelización expresa de palabra sino también con el testimonio de una vida evangélica que sea real».
Inicios. Ingresa en la congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María en 1992 y obtiene la Licenciatura en Estudios Eclesiásticos en la Universidad de Deusto en 1998.
Pastoral. Es destinado a San Sebastián en 1998 para incorporarse al equipo pastoral de la parroquia y del colegio Mariaren Bihotza, donde también fue profesor.
Sacerdocio. Es ordenado sacerdote en Donostia en 2000. En 2002 es destinado a la comunidad claretiana en Madrid.
Tampoco quiso olvidarse de sus predecesores, José María Setién y su «fecundo ministerio en el que tanto nos instruyó con sus enseñanzas; la «cordial cercanía y la sabiduría creyente» de monseñor Juan Mari Uriarte y la «elocuencia» de monseñor Munilla que «llenó tantos espacios en la diócesis y también fuera de ella con sus innumerables catequesis y su presencia virtual». Prado se prepara ahora para «iniciar pronto este ministerio entre vosotros», dando la bienvenida a «toda ayuda y contraste» en su nueva andadura, según subrayó.
El acto en el que recibirá la ordenación episcopal será el próximo 17 de diciembre, último sábado de Adviento, a las 11.00 horas en la catedral del Buen Pastor. «Estaré hasta el próximo 15 de diciembre en Madrid –donde actualmente es capellán de la comunidad del colegio de las Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza– y el día 17 Dios mediante será la ordenación en San Sebastián. Hasta entonces tengo pendientes varios proyectos editoriales y una visita a Roma, del 6 al 11 de noviembre. Después vendré con una maleta, una caja de libros y poco más. Y Dios dirá».
Noticia. «El pasado 17 de octubre el Nuncio de su Santidad me comunicó la decisión del Papa de nombrarme obispo»
El 'sí' a Roma. «Tardé unas horas en contestar. Después de orar un buen rato y con sensación de vértigo, envié mi aceptación»
Brújula. «El Concilio Vaticano II sigue siendo hoy la brújula para ser una Iglesia al servicio del Evangelio»
Sus precedesores. «¿Cómo no recordar las enseñanzas de monseñor Setién y Uriarte y la elocuencia de monseñor Munilla?»
Reto. «Me siento muy limitado y pequeño ante esta importante responsabilidad que se me encomienda»
Vuelta a Donostia. «En esta Diócesis fui ordenado y di mis primeros pasos hace ya más de 20 años. El Señor ha querido que vuelva»
Acto de ordenación. «El próximo 17 de diciembre será la ordenación en la catedral del Buen Pastor de San Sebastián»
Colaboración. «Confío en vosotros, así como en vuestra ayuda y colaboración comprometida»
Sobre su nombramiento, comentó que «me consta que os han preguntado mucho aquí a muchos de la Diócesis a ver quién podía ser el obispo idóneo y habéis dado informes, habéis dicho cosas y al final el discernimiento de la Iglesia ha llegado a la conclusión de que voy a ser yo. Podía haber sido otro, no tengo nada mucho más especial que ninguno de los sacerdotes que están aquí. Me falta mucha práctica», afirmó.
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