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Copa del Rey

Polémica en el Benito Villamarín con la extraña (e injusta) expulsión de Illarramendi

Mateu Lahoz echó al capitán realista con una doble amonestación que creó mucha controversia. En la primera mitad Sanabria se libró de ver la roja

Eneko P. Carrasco

San Sebastián

Martes, 26 de enero 2021

La polémica está servida. Asier Illarramendi fue expulsado en los primeros compases de la segunda mitad por una jugada extraña (la realización de TV solo la repitió una vez hasta bien entrada la segunda parte) en la que, primero, Mateu amonestó a Merino, ... pero luego le avisaron de que el supuesto infractor era el de Mutriku. La acción en cuestión es bastante dudosa (la sensación es que no le toca), pero el colegiado decidió que era suficiente para mandar a los vestuarios al capitán txuri-urdin. El enfado en el vestuario blanquiazul era enorme. Y el cabreo estaba justificado, porque cada vez que salían más imágenes de la acción quedaba más claro que ni siquiera era falta.

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En esta captura de vídeo realizada por un usuario de Twitter se aprecia que el txuri-urdin no toca en ningún momento a Sidnei, que debió ver la amarilla por intentar engañar al árbitro.

Además, la indignación en el equipo realista dentro del verde era también mayúscula, más si cabe cuando en la primera mitad el propio Mateu, y el VAR en su extensión, perdonaron una clara expulsión de Sanabria, que golpeó a Le Normand en la cara con su brazo teniendo ya una amarilla. Illarramendi, que jugaba su segundo encuentro esta temporada y que estaba rindiendo a buen nivel, se marchó del campo muy contrariado y pidiendo explicaciones al cuarteto arbitral, del que solo recibió evasivas.

Al final del partido se pudo ver en un corrillo a Mateu Lahoz dando sus argumentaciones al propio Illarramendi, que estaba acompañado por un Olabe muy disgustado, Aritz Elustondo, Luis Llopis y Ander Guevara. No parece que ninguno de ellos quedase satisfecho con las explicaciones de un colegiado que se cargó un encuentro que, hasta el momento, tenía controlado la Real. Lo único positivo es que el capitán realista ya es uno más del barco de Imanol.

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