PNV y PSE han zanjado la disputa sobre si la nueva ley vasca de Educación mantendrá o no los actuales modelos lingüísticos al incluir una mención expresa en el texto que no aparecía en el proyecto de ley aprobado el pasado abril. La contrapartida de ... esta enmienda acordada 'in extremis' por los dos socios de gobierno, y que el PSE venía meses reclamando, es que complica el respaldo a la norma de EH Bildu, el único grupo con posibilidades de ampliar los márgenes de la mayoría absoluta del Ejecutivo de coalición. Jeltzales y socialistas presentaron ayer una batería de 26 enmiendas parciales a su proyecto de ley con las que tratan de «clarificar» algunas cuestiones de la norma que habían levantado suspicacias en el PSE desde la misma aprobación del proyecto de ley. En esencia, se garantiza el carácter «vehicular» de las dos lenguas oficiales -euskera y castellano- y se especifica la vigencia de los actuales modelos lingüísticos A, B y D.
Publicidad
Tras una negociación contrarreloj que culminó una hora antes de que, este martes al mediodía, concluyera el plazo para presentar enmiendas a la ley de Educación -los documentos fueron sellados por el registro parlamentario sobre la bocina, a las 11.59 horas-, PNV y PSE consiguieron limar sus diferencias y presentaron 26 enmiendas conjuntas que terminan con la indefinición que había rodeado la continuidad de los modelos lingüísticos, que no aparecían ni en el pacto educativo firmado por el 90% del Parlamento en abril de 2022 ni en el proyecto de ley aprobado por el Gobierno un año después. Los dos socios han optado por cerrar filas ante la norma más importante de la legislatura, que esperan aprobar antes de fin de año, aunque la nueva referencia a los modelos lingüísticos complique sobremanera el acuerdo final con EH Bildu, que había puesto una línea roja en esta cuestión al darlos por superados. El resto de los grupos de la oposición, mientras, están ahora mismo a años luz de poder apoyar la norma y ayer registraron enmiendas a la totalidad, además de las parciales. Incluido Elkarrekin Podemos-IU, que en su día firmó el pacto educativo.
Noticias relacionadas
El núcleo de las correcciones que recogen las enmiendas conjuntas de PNV y PSE está dedicado a matizar el apartado lingüístico. El proyecto original contemplaba un «sistema educativo plurilingüe» que situaba el euskera como «eje». Una fórmula calculadamente abierta que no concretaba el futuro de los modelos A (castellano), B (bilingüe) y D (euskera), y tras la cual el PSE creía que podía esconderse el fin de los itinerarios para avanzar hacia un modelo de inmersión lingüística que no comparte. Las enmiendas conjuntas presentadas ayer pueden interpretarse como un pequeño triunfo negociador de los socialistas, que no dudaron en mostrar su «satisfacción» por el acuerdo alcanzado. Su secretario general, Eneko Andueza, destacó que este acuerdo con el PNV contribuirá a que «no se instale en Euskadi un modelo monolingüe».
Enmiendas de PNV y PSE
Carácter vehicular PNV y PSE han pactado una enmienda parcial que introduce el «carácter vehicular» de todas las lenguas de aprendizaje dentro de «un sistema multilingüe cuyo eje es el euskera y se articula a través de dos lenguas oficiales y, al menos, una lengua extranjera».
Modelos vigentes «Todo ello se debe estructurar en el proyecto lingüístico de cada centro, dentro de un marco común que integra los derechos reconocidos en el Estatuto de Gernika y la ley de Normalización del Euskera, sobre la base del sistema de modelos lingüísticos vigentes, asegurando que cualquier desarrollo o actualización de los mismos se realice mediante el desarrollo reglamentario garantizando aquellos mismos derechos y principios».
Competencias «A través de los proyectos lingüísticos de los centros se debe planificar el aprendizaje de las lenguas, su uso y la actitud positiva hacia ellas del alumnado, teniendo en cuenta el punto de partida y las características sociolingüísticas y socioeconómicas de cada entorno (...); persiguiendo que el alumnado adquiera el nivel lingüístico y las competencias necesarias requeridas al final de cada etapa educativa».
Marco Común Se establece un plazo de 2 años para la aprobación del Marco Común del sistema plurilingüe, como referencia para la elaboración del proyecto lingüístico de cada centro.
Centros concertados Se condiciona la financiación pública de los centros privados concertados al cumplimiento de las exigencias de la ley.
Oferta suficiente Se asegura una oferta suficiente para atender a la demanda de plazas públicas en la oferta educativa.
Por su parte, el PNV, a través del parlamentario Gorka Álvarez, aseguró que «los modelos lingüísticos no han estado en cuestión en ningún momento», aunque admitió que han pactado con el PSE una enmienda en la exposición de motivos que menciona expresamente los modelos «para que no haya suspicacias ni dobles interpretaciones». «La enmienda busca clarificar el contexto y poner el foco en que los centros educativos tienen la potestad de desarrollar su proyecto lingüístico», añadió.
Publicidad
Por su parte, la parlamentaria del PSE María Jesús San José enfatizó que las enmiendas acordadas entre PNV y PSE «clarifican la vigencia de los modelos lingüísticos y garantizan el carácter vehicular de las lenguas de aprendizaje».
La enmienda que hace alusión a los modelos lingüísticos determina que cualquier actualización o desarrollo de los mismos respetará los derechos reconocidos y los principios establecidos en el Estatuto de Gernika y en la ley de Normalización del Uso del Euskera que, entre ellos, «reconoce el derecho a recibir la enseñanza tanto en euskera como en castellano en los diversos niveles educativos», señaló el PSE.
Publicidad
La enmienda añade que «a través de los proyectos lingüísticos de los centros, se debe planificar el aprendizaje de las lenguas, su uso y la actitud positiva hacia ellas del alumnado, teniendo en cuenta el punto de partida y las características sociolingüísticas y socioeconómicas de cada entorno». Con el objetivo de que «el alumnado adquiera el nivel lingüístico y las competencias necesarias requeridas al final de cada etapa educativa».
El Consejo de Gobierno aprobó el pasado abril el proyecto de ley de Educación, que bebe de un pacto educativo firmado un año antes por PNV, EH Bildu, PSE y Elkarrekin Podemos-IU. Su traslación al texto articulado se saldó con el desmarque de la coalición morada y con los socialistas aireando públicamente sus «diferencias» pese a haberle dado su aval en el Consejo de Gobierno para «no obstaculizar» su tramitación. Desde entonces los dos socios de gobierno buscaban un acuerdo que evitara una crisis en una de las iniciativas más importantes de la legislatura.
Publicidad
El PNV, que buscaba preservar el contenido del texto elaborado por el consejero Jokin Bildarratz, ha tenido que hacer equilibrios en las últimas semanas para aceptar parte de las reivindicaciones del PSE sin desairar en exceso a EH Bildu, que se ha quedado como el único grupo de la oposición proclive a pactar la nueva ley. Mientras los socialistas trataban de apuntalar la continuidad de los modelos lingüísticos, la coalición soberanista, cuyo respaldo dotaría a la ley de un blindaje histórico ante eventuales cambios políticos, presionaba para todo lo contrario. El acuerdo 'in extremis' alcanzado por los dos socios de gobierno ha incomodado a EH Bildu, que ayer a primera hora confiaba en que en las enmiendas «no aparezca un elemento nuevo que hasta ahora no estaba», en alusión a los modelos lingüísticos. Tras confirmarse su aparición en el texto, la coalición criticó que los dos socios de gobierno se han realizado «una inesperada autoenmienda».
Suscríbete los 2 primeros meses gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.