A Urkullu le dan «rabia y pena» las vacunaciones irregulares, que recibirán la segunda dosis

Todos los que han recibido la primera dosis de la vacuna, aunque fuera saltándose el orden de prioridades establecido, recibirán la segunda dosis. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui, confirmó ayer que no interrumpirán el tratamiento de los cargos directivos de centros sanitarios que han recibido la dosis antes de lo que les correspondía, pero dejó para hoy las explicaciones sobre la investigación que abrió para esclarecer las irregularidades conocidas y sobre si ella misma sabía o no, tal y como asegura José Luis Sabas, el director del hospital de Santa Marina, que él y el resto de directivos del centro se iban a vacunar.

Fue el lehendakari, en la comparecencia conjunta que hicieron ayer tras el consejo de gobierno, quien se refirió al caso y dijo sentir «pena, dolor, tristeza y rabia» ante casos de vacunaciones irregulares. Y aseveró que «los protocolos» son «claros», con los colectivos prioritarios identificados» y que entre ellos no están los cargos directivos. «El compromiso del Gobierno es intentar gestionarlo con el mayor rigor posible», aseveró Iñigo Urkullu, que defendió que su gabinete va a ser «absolutamente transparente y honesto» con la gestión de este proceso. «Todo aquello que se desvíe de lo que puedan ser esos colectivos identificados, esos protocolos establecidos, tanto en lo personal como en lo institucional, nos provoca esa pena, esa sensación de rabia, ante la necesidad de un compromiso social que nosotros intentamos llevar adelante».

Urkullu fio a las explicaciones hoy de Sagardui en la comisión de Salud del Parlamento Vasco esa transparencia de su Gobierno sobre lo ocurrido, y preguntado por si cesaría a la consejera en caso de que no haya dicho toda la verdad sobre lo ocurrido, emplazó a la comparecencia de este mediodía.

La consejera solo se refirió a estos casos, confirmando que todas las personas que han recibido la primera dosis tendrán también la segunda, porque «es un tratamiento de salud».

Más allá de las críticas recibidas por la oposición, sindicatos médicos también se han mostrado indignados por la polémica de las vacunaciones a directivos de centros de salud vascos. Satse, la central de Enfermería de Euskadi, ha indicado en un comunicado que «las vacunaciones irregulares suponen una falta de respeto» hacia las enfermeras y ha denunciado «la inexistencia hasta ahora de un Plan de Vacunación contra el Covid-19 global, coherente y efectivo en Osakidetza».

Por su parte, el sindicato LAB ha ido un paso más allá y ha presentado una denuncia contra los ex gerentes del Hospital Santa Marina y la OSI Bilbao-Basurto en los juzgados de Bilbao. Según la central, estos hechos pueden ser constitutivos de varios delitos, entre ellos «apropiación indebida, prevaricación y tráfico de influencias». Asimismo, señalan que tras lo ocurrido con las OPE «no tenemos ninguna confianza en las investigaciones internas que pueda llevar a cabo Osakidetza o la consejería de Salud».

Quienes también se han pronunciado sobre las vacunaciones han sido los trabajadores del Hospital Santa Marina de Bilbao, quienes a través de una carta han mostrado su apoyo al exdirector del Hospital, José Luis Sabas. Un total de 224 empleados firman la misiva, en la que indican que «de este epílogo sorprendentemente polémico de la vacunación global a todos los trabajadores del hospital, sólo quede el recuerdo de que no tuvo otra motivación que el apoyo a todos nosotros, sin distinción de puestos y categorías profesionales. Esto sería lo justo».