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Juan Vera, Mercedes Morán y Ricardo Darín, sobre el escenario del Kursaal.

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Juan Vera, Mercedes Morán y Ricardo Darín, sobre el escenario del Kursaal. USOZ

Concha de Oro para la gala más cáustica e irónica

Llena de humor y vitriolo, la ceremonia escrita y dirigida por Cobeaga, San José y Echevarría no se dejó en el tintero ni un solo cliché donostiarra ni festivalero |

JUAN G. ANDRÉS

Sábado, 22 de septiembre 2018, 08:50

La posición del Zinemaldia frente a los otros grandes festivales internacionales, el tipo de películas, los premios, las estrellas, la ciudad y sus desorbitados precios... Los directores y guionistas Borja Cobeaga, Diego San José y Borja Echevarría no se dejaron ni un solo cliché en el tintero en la ceremonia de inauguración más irónica, cáustica y autoparódica que se recuerda en el Kursaal.

La gala de la 66ª edición comenzó con un vídeo de homenaje a Yvonne Blake, diseñadora de vestuario y exdirectora de la Academia de Cine fallecida este año, pero el tono luctuoso desapareció en cuanto irrumpió Belén Cuesta. Como un torrente, la actriz vomitó un incisivo monólogo en el que prometió una Sección Oficial con «18 maravillosas películas que no han querido en Cannes, Venecia ni Berlín». De todos modos, no quiso compararse con Cannes -«uno se celebra en una ciudad pequeña, carísima y llena de ancianos, y otro en Francia»- y comentó que si aquí no se han prohibido los selfis como allí es porque tampoco vienen muchas estrellas con las que retratarse: «Eso da mucha pena, ¿por qué no dimite Rebordinos y lo dirige Pablo Motos?» Entre las constantes carcajadas de público, artistas y autoridades, también vaticinó que la Mostra de Venecia dejará de ser una amenaza para Donostia cuando el deshielo sepulte la ciudad italiana bajo las aguas.

Asimismo, subrayó que San Sebastián es el festival con más mujeres a concurso pero les advirtió: «Podréis ganar la Concha de Oro, pero no cocinar en casi ninguna sociedad gastronómica». Luego recordó la «verdadera pasión» de los actores y actrices que visitarán la ciudad: «cenar gratis». Como prueba, realizó una conexión con el restaurante Akelarre donde el chef Pedro Subijana daba de cenar a un cineasta asiático sentado en su mesa desde que ganó la Concha de Oro en 2007.

Los monólogos de Belén Cuesta y Nagore Aranburu desataron abundantes risas

Como es habitual, la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica (Fipresci) entregó su Gran Premio al mejor filme del año, elegido por 500 críticos de todo el mundo. Esta vez, el estadounidense Paul Thomas Anderson no pudo recoger en persona el galardón, pero quien sí acudió, emocionadísima, fue la actriz Cayetana Guillén Cuervo, que pronunció un discurso de agradecimiento por los 20 años que lleva en TVE su programa 'Versión Española'. «Nunca sabremos cuántos vascos decían 'versión estatal' para evitarse problemas», bromeó Cuesta.

La actriz Nagore Aranburu le tomó el relevo con otro monólogo, esta vez en euskera, en el que ironizó sobre la apariencia del Premio Donostia. «¿Mandamos a los actores de vuelta a Hollywood con una farola del Paseo de la Concha? ¡En los festivales de cine hay que dar premios, no souvenirs! En Venecia no dan la góndola de oro. Aquí sólo nos falta que la Concha sea de changurro en vez de ser de oro», bromeó.

Al más puro estilo 'Vaya semanita', el actor Santi Ugalde interpretó en un sketch al sufrido encargado de enseñar a los premiados a decir 'Gabon' o 'Eskerrik asko'. Entre sus experiencias, citó la de cierto actor que pudo aprenderse el guión de 'Toro salvaje' y 'Taxi Driver' pero fue incapaz de saludar en euskera.

El humor y el vitriolo siguieron en las presentaciones de Horizontes Latinos, Nuevos Directores o Perlak -«la sección en la que veréis películas que sí se van a estrenar»-, mientras que un nuevo sketch explicó los motivos que favorecen la inclusión de un filme a concurso: planos fijos muy largos, idiomas raros, ausencia de sonrisas -«Si en la película alguien sonríe, la mandamos al Velódromo; en la Sección Oficial nadie sonríe, se sufre»-, apariciones de ciervos...

Las presentadoras saludaron al «variadito» jurado como abanderado de la igualdad, pues «de seis miembros, tres son mujeres», y de la diversidad: «la mitad son veganos, cuatro son animalistas, todos reciclan, hay mayoría de antitaurinos, tres van bien con el gluten, dos son intolerantes a la lactosa...». Y aunque lo suyo es la comedia, el presidente Alexander Payne se puso serio al decir que «lo importante no son los premios, sino la existencia misma de un festival que abre una ventanita al cine actual mundial».

La despedida llegó con los protagonistas de la cinta inaugural, 'El amor menos pensado', dirigida por el argentino Juan Vera y protagonizada por Ricardo Darín, que también se prestó al cachondeo al decir que confunde 'eskerrik asko' con 'arigato' ('gracias' en japonés). «Estamos muy felices por haber sido distinguidos con el honor de abrir el que para mí es el mejor festival de cine del mundo», concluyó, dando por finalizada una ceremonia por la que 'Cobeaga & company' bien podrían recibir la Concha de Oro.

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