Todos los secretos del café con hielos

Café y hielos no parecen dos ingredientes complicados de juntar para obtener una bebida refrescante en los días de más calor, pero basta ponerse a prepararlo para que nos demos cuenta de que hay cierta ciencia en torno a esta fórmula.

El primer aspecto que deberemos tener en cuenta es, claro está, la calidad de los propios componentes de la receta. En cuanto al café, éste deberá ser lo más concentrado posible, ya que, si no, el agua se liberará en contacto con el hielo y aguará en exceso nuestra bebida. Además, el resultado será mucho mejor si el café es de grano claro y no es un café oscuro, ya que éste tiende a adquirir un sabor a quemado cuando se enfría, mientras que el claro tiene matices que nos recuerdan al caramelo.

En lo que a los hielos se refiere, éstos deben ser buenos también, para que no se diluyan en el momento en el que toquen el café caliente. Por ello, la mejor opción es la de un hielo pequeño que nos permita beber cómodamente el café y que, además, no pierda tanta agua al no tener tanta superficie. Además, deberemos sacarlo del congelador en el último momento para que esté completamente seco.

Algo similar sucede también con el propio vaso, ya que no debe ser excesivamente grande. A mayor recipiente, menos contacto habrá entre café y hielo y más agua soltará. Y, aunque no sea lo habitual, podemos utilizar también taza para disfrutar del café con hielo y no únicamente vasos de cristal.

En el caso del café con hielos, el orden de los factores sí que altera el producto. Es por ello que, si queremos endulzar el café, deberemos echar el azúcar o la sacarina en el propio café y luego verterlo sobre los hielos. Así es como mejor se disolverá el azúcar, como evitaremos revolver el café con las diferentes piezas de hielo en el vaso y como menos se aguará nuestra bebida. En este punto hay que señalar también que cada vez son más los profesionales que apuestan por el azúcar líquido para preparar esta receta.

Por último, dos trucos más a la hora de beberlo: debemos hacerlo de manera rápida, antes de que los hielos agüen la preparación, y con pajita, porque es la mejor manera de tomarnos todo el café sin que los hielos nos peguen en la nariz.