A disfrutarla desde hoy

Recuerdo que el día del ascenso a Primera, el 13 de junio de 2010, escribí que en aquel partido contra el Celta, en Anoeta, había nacido una nueva generación, unas nuevas generaciones de blanquiazules que iban a cambiar la historia del club. Y entre ellos y todos los que no han tenido la oportunidad de vivir un día histórico como el que será el 18-A, ya lo creo que lo han hecho. De verdad que me alegro por vosotros.

Gracias a la gesta de un equipo joven, ambicioso, con talento y convencido de que lo podía conseguir, ya tienen su final de Copa, el partido más bonito de cada temporada. Y deben disfrutarla. Disfrutarla desde hoy mismo por mucho que quede mes y medio. Cada día, cada momento. La Real, su Real, nuestra Real, la Real de todos ha firmado una gesta para, tras ganar a todos sus rivales, plantarse en La Cartuja –¡hombre, ahora que nos han quitado las pistas va la Federación y nos mete en un estadio!– y hacernos soñar con un título.

Todo empezó en aquel partido de Palencia contra el Becerril. Qué gran momento. Seguro que en el viaje a Sevilla algunos realzales se desvían unos kilómetros para visitar Becerril. Nos han dado suerte.

Luego vino Ceuta, más tarde fue el momento del Reale contra Espanyol y Osasuna y luego el Bernabéu –¡madre mía, ese sí que fue un momentazo!–. Y para acabar, el Mirandés, un bravo equipo que nos ha hecho sudar y sufrir, pero contra el que al final la Real ha ganado también los dos partidos.

Esto no hay quien lo mejore y por eso digo que la final hay que empezar a disfrutarla ya. Han pasado 32 años desde la última y no sé lo que faltará para la siguiente. Por eso hay que saborearla, hay que aplaudir, saltar, sacar las banderas al balcón, preparar por mimo ese viaje a la final... y conseguir una entrada, claro.

El equipo más joven de Primera, esa Real que engancha no solo a los de aquí, sino a todos los amantes del buen fútbol, se ha colado en la final. Faltan 90 minutos, o 120 vaya usted a saber, para un título... Pero eso ya vendrá. Ahora toca disfrutar del momento.

Me tengo que detener, sin duda, en Imanol, el técnico que, desde el trabajo, la profesionalidad y la humildad, ha firmado la gesta. Para mí ya es 'Imanol I el grande'. Ha dado igual el rival, el escenario, el partido. Siempre ha ido a ganar, incluso en el Bernabéu. Y tras muchas noches de insomnio, lo ha conseguido. No quiero pensar en el ritmo de las palpitaciones de su corazón ayer durante el partido y especialmente cuando acabó. Lleva la Real marcada a fuego en su piel y encima es el entrenador. Sufre el que más, seguro, y espero que también tenga tiempo de disfrutarlo. Bien hecho oriotarra. Vaya subidón has dado a nuestra afición. Nos has hecho creer a todos y hemos vivido momentos inolvidables en este torneo, y en la Liga, aunque los mejores seguro que están todavía por llegar. No me olvido de Aperribay, al que ayer vi llorar emocionado. No es para menos. Él también ha cambiado a esta Real hasta llevarnos a la puerta de un título. Buen y desinteresado trabajo, muchas horas durante muchos años, pero aquí está el resultado. ¿Y el equipo? Lortu dugu, chavales. Vosotros también tenéis vuestra primera final. Qué grandes. A disfrutarla.