El DV de Oro del triunfo de la Real Sociedad ante el Mirandés

Está en un momento increíble, con una chispa que le convierte en imparable. Suya fue la jugada del penalti, con esa llegada hasta línea de fondo, igual que el viernes estuvo detrás del gol ante el Valladolid. En defensa cerró bien su banda ante Merquelanz y Franquesa.

Otro serio encuentro atrás. No dejó pasar a nadie, y eso que Matheus le hizo un plantillazo en la primera parte que le dejó dolorido durante bastantes minutos. Jugó bien en largo, no arriesgó en corto y una anticipación suya estuvo en el inicio de la jugada del gol realista.

Un auténtico seguro en las acciones defensivas, donde se lleva todos los balones. Por bajo no le superan y por arriba gana los duelos con suficiencia hasta el punto de desesperar a los rivales. Esta vez, como no tuvo esa exigencia de jugar tan en corto, anduvo más tranquilo.

Muy buena labor ante Álvaro Rey, seguramente el jugador de más calidad del Mirandés, al que anuló por completo. Además, conectó bien con Oyarzabal en la banda izquierda y puso algún centro interesante, como ese nada más empezar que no acertó a concretar de cabeza Januzaj.

Oscuro pero efectivo trabajo por delante de la defensa. Se vio más exigido cuando el contrario jugó con dos delanteros. Fue bien por arriba, apostó por el pase de seguridad antes que el de ruptura y podrá jugar en Sevilla al no ver la tarjeta, aunque estuvo cerca de ella en dos ocasiones.

El hombre que desequilibró el partido tal y como lo había planteado Imanol. Ganó por arriba los balones largos que le mandaron Remiro y los centrales, y a partir de ahí la Real atacó en campo contrario. Defensivamente fue una roca y cerca del área rival también se animó a rematar.

No atraviesa su mejor momento pero el trabajo le mantiene en el equipo. Cuando más balón tocó fue cuando mejor se encontró la Real al final de la primera parte y al inicio de la segunda. Se entiende muy bien con Januzaj, como se demostró en la jugada de gol y en el larguero del belga.

Está a su mejor nivel desde que llegó a la Real. Ahora sí es ese jugador desequilibrante que creímos fichar en verano de 2017. Volvió loco a Franquesa, firmó los dos primeros remates realistas, intervino en la jugada del penalti y estrelló un balón en el larguero. Da gusto verle jugar.

Un gol suyo certificó el pase para la final de Copa 32 años después y eso quedará ahí para siempre. Qué forma de lanzar los penaltis tiene, parece infalible. Trabajó mucho en su banda para hacer las ayudas a Monreal con Rey y cruzó buenos balones buscando a Januzaj en la derecha.

Su presencia arriba ayudó a ganar a Merino la batalla por arriba, ya que el Mirandés nunca pudo sujetar a los dos en la misma zona. Desde ahí encontró la Real superioridad a las espaldas de Malsa y Guridi. Buen disparo en el minuto 25. Echó una buena mano en la estrategia defensiva.

Aportó mucha verticalidad, con una buena acción en velocidad que picó ante Limones y otra en la que le anularon un gol.

No dispuso de muchas oportunidades para encarar, aunque metió un buen balón a Isak en el gol anulado.

Apenas unos minutos para terminar de sujetar el resultado.