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Oyarzabal intenta avanzar por la bandaante el acoso de los vallisoletanosMoyano, Joaquín y Fede, mientrasMerino, al fondo, sigue el desenlacede la jugada. LOBO ALTUNA
Una Real Sociedad de récord

Una Real de récord

Libre directo ·

El séptimo triunfo consecutivo en el Reale Arena llega de la mejor manera, marcando un gol y no encajando ninguno

Sábado, 29 de febrero 2020, 08:30

Seguramente no hay mejor victoria. Un gol, tres puntos y a casa. Si además este triunfo es el séptimo consecutivo en tu campo no hay nada que lo mejore. La Real Sociedad, esta gran Real de Imanol, está de récord y ahora mismo no hay quien la pare. Los blanquiazules completaron un partido que a simple vista puede decir poco, pero que si lo analizas bien tiene un gran mérito, seguramente más que otros triunfos más holgados y con más juego.

La Real ha jugado siete de los últimos nueve partidos en su campo y, de verdad, no es fácil hacer pleno de triunfos. Por eso hace tantos años que los realistas no encadenaban siete victorias seguidas en su campo. Y por eso desde 2014 la Real no derrotaba al Valladolid en un encuentro de Liga. Espanyol, Mallorca, Osasuna, Athletic, Mirandés, Valencia y Valladolid se han ido de vacío de un campo que hoy en día es una fiesta. Y al siguiente también.

Ayer no era día para florituras. Ni para exhibiciones. Era un día para ganar, para sumar tres puntos... y auparse a la tercera posición. Casi nada. Cuando parece que la Liga está en un segundo plano, cuando creemos que todas las miradas estaban puestas en la Copa, resulta que los nuestros, con los mismos partidos jugados que los demás, se lanzan a la tercera posición y dan otra alegría a los suyos. Qué barbaridad.

Séptimo triunfo consecutivo en casa, en los últimos nueve partidos, y de nuevo sin encajar gol

Lo MEJOR

Oyarzabal es el gran sacrificado del 1-4-3-3, no es un jugador de banda pero aporta gran trabajo

LO PEOR

RJanuzaj, entre asistencias y goles, ha dado muchos más puntos de los que parece; muy bien el belga

A DESTACA

En esta ocasión fue gracias a Januzaj, que trajo en jaque durante todo el partido a la defensa del Valladolid y que, además, fue el autor del gol de la victoria. El belga percutió por la banda derecha durante todo el encuentro y terminó encontrando la recompensa que buscaba. Me alegro por él, porque es un jugador de clase, que tiene fútbol, calidad técnica y desborde, algo que no abunda hoy en día.

Hubo que sufrir, claro, pero ahí estuvo Remiro para salvar el único tiro a puerta del Valladolid en todo el partido. No hay victoria sin sufrimiento. Pero es que para sumar siete de siete en tu campo hace falta tener a una Real de récord. Y esta lo es.

Ante la cita de Anduva

En el horizonte realista aparece ya la cita de Anduva. El partido más importante en muchos años de nuestra Real ha despertado toda la ilusión de miles y miles de realzales, que sueñan con ver a los suyos en la final de Sevilla. Y por supuesto, la de los protagonistas. Imanol comentó tras el choque de ida que la presión, el exceso de responsabilidad, les jugó una mala pasada a los suyos y a algunos les temblaron las piernas.

No hay espacio, o no debe haberlo, por tanto, para la ansiedad. La Real, la plantilla, sabe mejor que nadie lo que hay en juego, que es mucho, pero eso nunca puede jugar en contra, sino que debe servir de acicate, de motivación, de aliciente. Se trata de dejar fuera la precipitación, las ganas de meter el segundo gol antes que el primero... En una palabra, que la Real sea la Real. Si esto sucede, el equipo de Imanol alcanzará la ansiada final. Si los blanquiazules saben administrar bien sus sensaciones y especialmente salen a Anduva con humildad y respetando al máximo a su rival, todo será más sencillo.

Es importante asimilar, además, que cuando empiece el choque la ventaja es realista. El partido de ida en el Reale Arena, con una Real mucho más cansada que ahora, fue como fue, pero dejó a los de Imanol Alguacil con una ventaja que no es pequeña y que pone la eliminatoria a favor. Además, como no podía ser de otra manera, los jugadores volverán a tener cerca a los suyos, para arroparles y firmar juntos una noche inolvidable.

Entre todos vamos a conseguirlo. Se trata de distinguir entre confianza, que es buena, y salir confiados. Entre responsabilidad y un exceso de la misma. Hay que ir despacio. Sin prisa pero sin pausa. En una palabra. Se trata de que la Real sea ella misma, la Real de esta temporada. Con la ambición de siempre. Con el espíritu del Bernabéu. Y sobre todo con el fútbol, mucho, que tiene. Goazen Real!

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