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Sabía dónde se metía cuando le preguntaron si de verdad quería hacerlo. Alejandro Amenábar compite por la Concha de Oro con 'Mientras dure la guerra', un filme sobre el viaje ideológico de Miguel de Unamuno, que interpreta el actor Karra Elejalde, desde su apoyo ... al golpe de Franco el 18 de julio de 1936 hasta su famoso desafío al fundador de la Legión, José Millán Astray, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca durante la Fiesta de la Raza el 12 de octubre.
Este escenario da pie a Amenábar para hablar, entre intrigas políticas y militares, de «la vuelta a los extremos, del «repunte del fascismo» y del «problema que tenemos con nuestra identidad, con nuestros símbolos», destacó el director, que regresa con este filme a San Sebastián cuatro años después de presentar 'Regresión' fuera de competición. «La película la escribimos hace tres años y estuvo en el cajón durante algún tiempo. Yo creo que ya entonces era pertinente o inoportuna y ahora, que se estrena en este momento de crisis, es aún más pertinente o inoportuna», señaló el director.
La película retrocede a unos acontecimientos «terribles, no tan lejanos en el tiempo» que, según reconoció el propio Amenábar, «yo desconocía totalmente». «Nosotros crecimos en plena Transición. En los 80 yo era un crío y lo que más me sorprendió de este episodio fue esta anécdota de la que no sabía nada. Toda esta trama de los militares, el ascenso de poder, el golpe a los golpistas que protagoniza Franco... no tenía ni idea y te das cuenta de que toda nuestra generación ha pasado por la Guerra Civil de puntillas. Y es bueno para un país conocer su historia porque además cuanto más rascas en esta historia te encuentras conexiones con cosas que pueden volver a pasar».
Amenábar se detuvo en un hecho en concreto. La frase «mientras dure la guerra» que da título a la película figuraba «en un documento importantísimo» firmado por el bando nacional al comienzo del conflicto para dar el poder a Franco solo con carácter temporal, pero desapareció misteriosamente. «La manera en la que desapareció esa frase… encajaba casi dentro del 'thriller' político». Amenábar retrata a Franco -que interpreta Santi Prego- como una «mosquita muerta» pero con ambición y un gran tesón. «Queríamos profundizar en el personaje, dar una versión seria, intentamos entrar en su cabeza. Nos interesó jugar con esa vocecita, con sus problemas de dicción y esa timidez que luego se va transformando», aseguró el director. Su inteligencia táctica queda de manifiesto en otro de los hechos poco conocidos hasta ahora: cómo cambió de bandera. «Los militares no se alzaron contra la República sino contra el gobierno. Al principio la bandera republicana seguía ondeando y fue una jugada de Franco cambiar de bandera para atraer a los monárquicos». El director está convencido de que ocho décadas después «seguimos teniendo un problema con nuestra identidad, con nuestros símbolos» que España arrastra desde entonces. «Para mí era muy importante confrontar a los espectadores con la bandera que reinstauró Franco y con el himno, que como se ve en la peli ni siquiera nos hemos puesto de acuerdo para cantar una misma canción».
El famoso cruce de reproches entre el filósofo y escritor Miguel de Unamuno y el general Millán Astray protagoniza el final de la película, uno de los episodios más controvertidos de la Guerra Civil sobre el que planean el mito y la leyenda. El productor Fernando Bovaira explicó que «acercarnos a la verdad de los hechos históricos era fundamental. Todo el trabajo de documentación ha sido exhaustivo. Hemos contado con asesores históricos y también con asesores militares. No hemos contado con ningún asesor de la figura de Unamuno pero sí que hemos leído todos los libros sobre él y hemos recurrido a abundantes fuentes documentales».
«Quizá todo lo que pasó, lo que se dijo y lo que no, no coincide necesariamente con lo que aparece en la película, per sí hemos intentado ser fieles al espíritu de lo que estaba pasando» y aunque no existe registro sonoro de la famosa frase ( 'Venceréis, pero no convenceréis), «lo que está claro es que el señor Unamuno la lió parda», añadió el director, interesado en «ese torbellino interior» con que el escritor, por entonces rector de la Universidad de Salamanca, vivió el golpe y en cómo pasó de apoyar la sublevación, desengañado de la Segunda República, a enfrentarse públicamente a los golpistas. «Eligió el momento más inoportuno para poner coherencia en su vida. Unamuno era un gran pensador de España que cuestionaba todo lo que veía. Era una especie de mosca cojonera brillante, siempre inconformista. Me pareció tan conmovedor lo que hizo en ese momento de su vida... Despues de haber estado durante dos meses metido en su casa, sabiendo que no estaba siendo consecuente con toda su vida, y elige el momento más inoportuno para poner un poco de coherencia en ella», destacó. Elejalde explicó que a la hora de preparar el papel, «me ayudó mucho lo que decían de él. Ha sido trabajoso, con muchas horas de maquillaje, pero sarna con gusto no pica».
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