«No hay coronavirus que nos frene en Anduva»

Por un asiento en esos autocares esperaron largas horas frente a varias oficinas de esta agencia otros abonados blanquiazules. Entre ellos, Javi Pérez. Cliente del bar y amigo de Olatz, este vecino del barrio de 46 años se hizo popular en las redes sociales al denunciar que hizo cola durante toda la noche con la esperanza de lograr una de las entradas, pero cuando la delegación en Donostia abrió la puerta a las 9.30 horas se encontró con que todos los billetes estaban agotados. Se hizo tan popular su caso, que el presidente realista, Jokin Aperribay, le telefoneó cuatro días después para ofrecerles dos entradas. «Algún aficionado se ha molestado porque me hayan dado dos entradas. Agradezco a la Real, y ojalá tengamos que volver a hacer cola para la final». Ha tenido el detalle de ofrecer la otra entrada al irundarra Asier, que prefiere omitir el apellido pero fue el primero de la fila en la sucursal de Irun. Estos dos socios no se conocían entre sí, pero «la angustia» compartida vía Twitter al verse sin entrada los ha unido. El trato fue fácil. Javi, que no tiene coche, pone las entradas y Asier, el vehículo y también «una de aquellas bandejas míticas que se sacaron tras ganar la Liga en los 80 porque se la voy a regalar por el detallazo que ha tenido conmigo», apunta Asier.

La Real Sociedad va a clasificarse hoy para la final, porque este irundarra se lleva su «talismán», su amigo Cristóbal Martín 'Titi', un irundarra que en 2002 se instaló junto a su madre en Alomartes, una localidad granadina de 3.000 habitantes y ahora es socio del Granada. «Tenía el pálpito de que sin Titi no pasaríamos a la final. Le animé, y aquí está», explica Asier. El 'amuleto' txuri-urdin llegó el lunes en un viaje que merece la pena contarlo: «En autobús hasta Madrid, luego en BlaBlaCar a Zarautz y, de ahí, Topo a Irun. Voy a la aventura, a ver si por un casual aparece una entrada, y por estar con mi amigo».

Para apuntalar el fetiche, Titi guarda en su bolsillo el trofeo que José Ramón Esnaola, exportero de la Real y Betis, le entregó en 1986 tras ganar con el equipo Arkate el Torneo Esnaola cadete. Y ya se prepara para tener «el corazón dividido en La Cartuja, porque espero que mi Granada elimine al Athletic».

Estos tres socios tienen claro su pronóstico hoy: «No hay coronavirus que nos frene en Anduva», bromean.

Como Asier y Titi, la familia Izagirre-Marzo ha acompañado a la Real en muchos desplazamientos. «A Mánchester o Turín fuimos muchos aficionados, pero cuidado que nos tragamos viajes también en Segunda», recuerdan. Ángel Izagirre, que abrió el bar Itsasoa tras dejar atrás «20 años trabajando en la mar». Como clientes de Halcón Viajes, irán hoy en un autocar seguro que más cómodo que el que el entonces arrantzale organizó en Pasai San Pedro cuando la Real ganó su primera Liga en El Molinón. «La vuelta de Gijón tardamos como si volviéramos de Luxemburgo: había que parar en todos los pueblos a tomar un trago», ríe. No duda de que la Real accederá a la final. «Como dijo Imanol, creo que el recibimiento en Anoeta agarrotó al equipo. Jugaron de horror, pero ganaron. La Real juega mejor a domicilio y se verá en Anduva».

Ni una operación de menisco el pasado jueves dejará en casa a su mujer, Mari Luz, que llevará el informe médico «que no me pongan problema en la entrada por las muletas». A sus 28 años, su hija Olatz, pareja de Axel Riaño, speaker de Ipurua, no ha vivido una final. «Nuestra generación nos merecemos una. Esta».