El favorito para el título de Copa

Lo de ayer, incluido el sufrimiento al final, fue impresionante, como no podía ser menos. Porque enfrente estaba el Madrid, en juego una semifinal y en las gradas una afición incrédula por el gran juego de la Real pero que llevó a los suyos al ataque hasta la última jugada del encuentro.

La Real salió al Bernabéu a jugarse el todo por el todo, a mirarle a la cara al equipo de Zidane y a decirle que iba a por él. Ya lo creo que lo hizo. Muy buen planteamiento de Imanol, aunque desde que se jugó con tres centrales el equipo sufrió lo que no había sufrido antes. Y mejor respuesta de los catorce jugadores que salieron al terreno de juego para firmar una noche histórica, con cuatro goles como cuatro soles que pudieron y debieron ser media docena.

Con un equipo atrevido y valiente que, además, hizo frente a un arbitraje lamentable en la primera mitad. Mateu no quiso ver el entradón de Marcelo a Odegaard que lesionó al noruego, cuando antes había sacado una tarjeta al propio jugador noruego en una acción en la que no hubo ni falta.

También a eso y al enorme sufrimiento de los últimos minutos se sobrepusieron los realistas, en un partido para recordar, en el que jugaron a lo que saben: tener el balón y buscar los espacios. No solo los encontraron. La defensa del Madrid fue un juguete en manos de los realistas. Creo que todavía están buscando por el campo del paseo de la Castellana a Isak, que firmó su mejor noche futbolística. Bien, asimismo, Remiro a pesar de un error. Bien la defensa, a pesar de que Gorosabel sufrió con Vinicius. Muy bien el centro del campo, no solo con trabajo, sino con decisión hacia arriba. Y sobresaliente el ataque.

Zorionak al equipo y a todo el realismo. Yo tuve la suerte de ver ganar 0-4 en directo a la Real en el Bernabéu en la Copa. Tenía algunos años menos... Pero seguro que muchos jóvenes no habían vivido nunca algo como lo de anoche. A disfrutar, chavales. Y los no chavales, también.

Sin embargo, esto no para y la Liga vuelve con un derbi apasionante entre dos equipos que juegan de forma antagónica. Pero ojo, porque cada uno sabe explotar sus principales bazas: la Real, el ataque; y el conjunto bilbaíno, la defensa. De todas maneras, jugar un derbi en casa, digan lo que digan, siempre es una ventaja. Aurrera!