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El caso de Pablo Ibar sigue igual que como quedó el sábado de la semana pasada, con el veredicto de culpabilidad en vigor. El juez Dennis Bailey ha rechazado este jueves la moción presentada por la defensa que la víspera demandó la anulación del ... fallo tras conocer que uno de los miembros del jurado había llamado para retractarse y otro había sido informado de que Pablo fue condenado años atrás por estos mismos hechos y, por lo tanto, recibió una información que pudo haber influido en el caso. No obstante ha decidido retirarle, de forma que en el hipotético caso de que alguno de los titulares causase baja, nunca seria llamado al suplir la baja. El proceso, por lo tanto, sigue su curso tal y como se preveía el próximo 25 de febrero tendrá lugar la deliberación en la que el jurado, incluido el miembro que arrepentido, decidirá si impone a Ibar la cadena perpetua como pide la defensa o la pena de muerte que demanda la Fiscalía.
El juez ha tomado esta decisión tras una vista que ha tenido lugar en la sala que preside, en el juzgado de Broward County, en la ciudad de Fort Lauderdale, al norte de Miami. En la misma han estado presentes los abogados Benjamin Waxman, Joe Nascimento y Kevin Kulik, además del propio Pablo que ha sido conducido desde la prisión. También han acudido familiares de Ibar, entre ellos su padre Cándido; Tanya, la esposa de Pablo y su hermana Mimi. Esta vez el representante del ministerio público no ha sido Chuck Morton que ha llevado el peso de la acusación , sino otro, Scott Raft, un fiscal que ha formado parte también del equipo desde el principio.
La diligencia judicial que se ha practicado tenía por objeto esclarecer las circunstancias por las que uno de los doce miembros del jurado que declaró a Ibar culpable de tres asesinatos en primer grado y de otros delitos de robo, llamó al juzgado para decir que se retractaba del voto que había permitió alcanzar la unanimidad requerida en el veredicto.
El jurado arrepentido, identificado como Collins, contactó por teléfono con el tribunal este pasado martes, cuatro días después de que se conociera el fallo, en la primera jornada hábil tras el puente festivo que han vivido los estadounidenses.
El juez puso los hechos en conocimiento de la Fiscalía y de la defensa y tras la sorprendente revelación, el abogado de Ibar remitió un escrito al tribunal en el que pedía mantener una entrevista con él para poder valorar los motivos de su decisión.
Pero a la vez que trascendían el arrepentimiento de este jurado, a oídos del juez llegó también que otro miembro, en este caso un suplente, es decir, uno de los que no participó en las deliberaciones finales, tuvo conocimiento durante el desarrollo de la vista oral de una información que pudo haber influido en la decisión de sus compañeros. Este segundo jurado, según se ha sabido, escuchó una conversación entre otro juez, una abogada y un funcionario relativa a que Ibar ya había sido condenado por estos mismos hechos.
Inicialmente, este dato no había trascendido en las diferentes sesiones para que, precisamente, ninguno de los jurados se viese influenciado por esta circunstancia y únicamente emitiesen su veredicto conforme a las pruebas que se les presentaban. Por idéntico motivo, por ejemplo, en una de las primeras jornadas, el juez tampoco no dejó entrar en la sala a Shet Peñalver, con quien Pablo fue detenido y que más tarde fue juzgado y condenado también a muerte, aunque finalmente fue exculpado en el juicio que se celebró después de que se anulara también su condena.
El jurado «contaminado» fue identificado como «señor Black» y se trata de un empleado de la Oficina Administrativa del Tribunal de Broward County.
Ambas revelaciones, tanto la retractación como las circunstancias en las que llegó la información sobre los antecedentes de Ibar, fueron «jurídicamente cuestionadas» por la defensa. Los letrados de Ibar pidieron al tribunal que les permitiera entrevistarse con los dos miembros, que anulase el veredicto y que dejara que el jurado continuase deliberando sobre la culpabilidad o no del preso de origen vasco.
El jueves, por la mañana, en la vista celebrada, el juez ha denegado la petición de la defensa de interrogar al jurado que se había echado atrás en su decisión. Este tipo de situaciones se suelen dar con relativa frecuencia, aunque, por lo general, son contadas las ocasiones en las que suelen prosperar. Solo se admiten en situaciones en las que se demuestra que el voto de la persona se obtuvo mediante presiones o amenazas.
Sin embargo, Dennis Bailey permitió que el segundo jurado fuese interrogado. «Es razonable pensar que la información en posesión del miembro suplente pudo haber influido en el veredicto, aunque no sea un caso de mala conducta, por parte de esta persona, apuntó el abogado defensor Joe Nascimento en su exposición e intercambio de opiniones con el juez Bailey.
Este miembro compareció en la sala de vista a las tres y media de la tarde hora en Estados Unidos, nueve y media de la noche España. Fue el juez el que interrogó al jurado, Este manifestó que no dijo que escuchara una conversación sobre condenas anteriores impuestas a Pablo Ibar, como había expuesto la defensa. No obstante, para evitar suspicacias, el juez decidido retirar a Black su condición de jurado suplente, de tal manera que ya nunca podrá ser llamado para tomar parte en este proceso.
Ha sido, por lo tanto, una decisión salomónica que no satisface a la defensa, aunque sí a la acusación del ministerio fiscal.
Tras las diligencias, la próxima actuación judicial del caso tendrá lugar el próximo 4 de febrero. Entonces, la defensa pedirá para Ibar la cadena perpetua, frente a la pena de muerte solicita la Fiscalía. Con posterioridad, el 25 del mismo mes, el jurado comenzara a deliberar para fijas la pena.
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